

Por Gonzalo Garate (*)
El linfoma es un tipo de cáncer hematológico que afecta a los linfocitos, células esenciales del sistema inmunológico y que crecen en los ganglios linfáticos, presentes en todo el organismo.
Si bien existen más de 60 subtipos de linfoma, se los divide en Linfomas no Hodgkin y Linfomas de Hodgkin ya que tienen enfoques terapéuticos distintos.
El linfoma puede afectar a cualquier persona y a cualquier edad, aunque algunos subtipos son más frecuentes en adultos jóvenes y otros en personas mayores.
Los síntomas pueden ser inespecíficos, y en ocasiones retrasan el diagnóstico. Los más habituales son:
· Inflamación persistente de ganglios linfáticos en cuello, axilas o ingles
· Fiebre prolongada sin causa aparente
· Sudoración nocturna abundante
· Pérdida de peso involuntaria
· Cansancio marcado o picazón generalizada
Factores predisponentes, diagnóstico y tratamiento
Si bien en la mayoría de los casos la causa exacta del linfoma sigue siendo desconocida, entre los factores predisponentes se incluyen:
· estados de inmunosupresión (como trasplantes o VIH)
· ciertas enfermedades autoinmunes
· antecedentes familiares y la exposición a agentes tóxicos como solventes.
El diagnóstico requiere de estudios especializados: biopsia de ganglio linfático que debe ser analizada por un hemato-patólogo, análisis de sangre, tomografías o PET, e incluso estudios moleculares para definir el subtipo exacto. Este paso es crucial, ya que el tratamiento depende del tipo de linfoma y de la etapa en la que se encuentra la enfermedad.
En todos los casos el tratamiento es con inmunoquimioterapia o bien inmunoterapia sola y/o radioterapia; es decir que no son patologías que requieran tratamiento quirúrgico.
Hoy en día, además, existen tratamientos muy eficaces que van desde la inmunoquimioterapia y la radioterapia hasta terapias dirigidas, anticuerpos biespecíficos e inmunoterapias avanzadas, como la terapia con células CAR-T, que han transformado la perspectiva de muchos pacientes. Gracias a estos avances, una gran parte de los linfomas son curables o controlables a largo plazo.
Argentina cuenta con numerosos centros con experiencia en el tratamiento de linfomas y la posibilidad de acceso a terapias efectivas y protocolos de investigación, así como con recursos para acompañar a cada paciente y a su familia.
Un diagnóstico correcto y acudir a centros especializados en el manejo de estas patologías aumenta las chances de obtener excelentes resultados.
(*) Jefe del Servicio de Hematología del Hospital Alemán (MN 90063)