

Por Manuel Vila García (*)
En este intento desesperado por conseguir dólares que le permitan cubrir la llegada a las elecciones, el Gobierno nacional eliminó hasta fin de octubre las retenciones a los granos.
Si bien no es un mes que normalmente presente un gran caudal de exportaciones, aprovechando la “papita”, muchos lo harán.
Si esas exportaciones se sitúan entre los 5000 y los 7000 millones de dólares, los ingresos que no percibirá el Estado nacional serán (siendo las retenciones el 26 % del monto) entre 1300 y 1800 millones de dólares, que seguramente intentará cobrar de otras cuentas, con el remanido argumento del equilibrio fiscal, aumentando impuestos o recortes a otros sectores sociales.
Ante la fragilidad de la economía, los fondos de inversión amigos del ministro de Economía, a los que recurrieron en el inicio de la gestión, intentan recuperar los bonos y otras yerbas, tomados a intereses usurarios. Y hay que darles garantías.
Como simultáneamente Donald Trump anunció que cargará con un 10 % las exportaciones argentinas (como un gesto de amistad en relación a otros países) los únicos que ganan con esa exención son los pools de soja y el gobierno norteamericano.
Pero además, como el vocero presidencial dijo que el Presidente vetaba los aumentos a jubilados, los de discapacitados y la emergencia del Garrahan, porque implicaban un 1.7 del PBI nacional, como el de 2024 fue de 633.000 millones de dólares, ese monto anual serían 10.760 millones de dólares, y como solo falta un trimestre para cerrar el año, el monto necesario era de 2675 millones de dólares.
O sea que por llegar con dólares a la elección, el Gobierno regala a sus amigos bastante más de la mitad del monto con que cubriría esos fondos.
Mientras tanto, sigue la transferencia de ingresos de los sectores de menores recursos a la élite financiera del país.
Si alguien tiene cuentas distintas de quién gana y quién pierde con estas medidas, que lo explique.
(*) Presidente del Foro de la Memoria del Sur (Pompeya -Parque Patricios)