

El consultor en comunicación política, Mario Riorda, analizó la crisis generada en La Libertad Avanza por la situación de su principal candidato parlamentario en la provincia de Bueno Aires, José Luis Espert, vinculado al narcotraficante Federico ‘Fred’ Machado.
“Claramente es una crisis y tiene dos modos de ser analizada: la crisis del propio Espert, pero además la crisis de La Libertad Avanza a nivel nacional”, contextualizó el especialista.
En este sentido, manifestó que la estrategia inicial del oficialismo de “nacionalizar la campaña” quedó desbordada por el escándalo, lo que los llevó a intentar lo contrario. “Hoy deben estar queriendo localizar las campañas para que este efecto de Buenos Aires no se expanda”, puntualizó.
“Es increíble que haya ido a la televisión sin poder responder si recibió o no dinero del narcotráfico. Esa imposibilidad de dar un sí o un no define la comunicación de crisis: genera incertidumbre”, disparó en declaraciones a Radio 10.
Del mismo modo, consignó que el diputado libertario “perdió el contexto de poder” y que fracasó en su intento de “clausura unilateral” del tema. “En una crisis lo que se pierde es el poder de definición de la agenda”, acotó.
Se mostró sin “esperticia” en crisis
— maRIO rioRDA (@maRIOrioRDA) October 3, 2025
“La imagen negativa de Espert está entre 65 y 70 % y en algunos lugares es mayor. Prácticamente se equipara a la de Karina Milei”, por lo que es una situación que “afecta claramente a toda la campaña electoral a nivel nacional”, precisó Riorda.
“Cuando las crisis no son bien gestionadas producen vocerías desorganizadas, como se vio con Patricia Bullrich diciendo que Espert debía dar explicaciones mientras el Presidente lo defendía”, contrastó, al dar cuenta del “desastre comunicativo” que “arrastra a todo el Gobierno”.
Finalmente, recapituló: “Este Gobierno venía de una estafa, de la corrupción, y ahora suma la relación con el narcotráfico. Es el límite máximo”, lo cual se potencia con el malestar económico.
“Hoy en algunas provincias el Gobierno perfora la barrera del 30 % de aprobación, con un rechazo del 60 al 65 por ciento. Dos terceras partes de la ciudadanía rechazan el rumbo del Gobierno”, remató.