

A casi una década de su debut en el Festival de Cine de Cannes, el 16 de octubre llega por primera vez a cines de Latinoamérica La tortuga roja, joya de la animación dirigida por Michaël Dudok de Wit y producida por el legendario Studio Ghibli, productora detrás de clásicos del animé como La Tumba de las Luciérnagas y la ganadora del Oscar El Niño y la Garza.
Esta delicada fábula sin diálogos co-producida por el estudio japonés y la compañía de ventas internacionales Wild Bunch tuvo su estreno mundial en el prestigioso certamen francés en mayo de 2016.
Cuando apareció en pantalla el logo de Studio Ghibli, el público se sorprendió porque, a diferencia del clásico Totoro trazado en blanco estampado en fondo celeste, el fondo era rojo y la figura venía delineada en negro.
Ese rojo además de hacer referencia directa al título de la película marcaba la singularidad de La tortuga roja dentro de la historia de Ghibli: era la primera vez que el estudio coproducía una película con un director extranjero y no en Japón. La película haría historia días después llevándose el Premio del Jurado de la sección Una Cierta Mirada y meses más tarde siendo nominada al Oscar a Mejor Película Animada.
El film narra la historia de un hombre que, tras ser arrastrado por una tormenta, despierta en una isla virgen y salvaje, rodeado de tortugas, cangrejos, aves y el inquebrantable silencio del mar. Acompañado solo de un frondoso bosque de bambú, agua dulce y fauna silvestre, intenta escapar construyendo balsas, pero una misteriosa fuerza que habita en las profundidades lo detiene cada vez.
Representada por una majestuosa tortuga roja, este encuentro cambiará su destino para siempre. Lo que sigue es una historia sin palabras, pero llena de vida: la construcción de una familia, los embates de la naturaleza, las pérdidas inevitables y el ciclo de retorno.
La narrativa se desarrolla a través de imágenes poderosas, silencios elocuentes, y una partitura envolvente compuesta por Laurent Perez del Mar, que guía cada emoción con sensibilidad y profundidad.
Más que una película, La tortuga roja es un poema animado sobre los grandes ciclos de la existencia: la soledad, el amor, el arrepentimiento y la reconciliación. Es también un homenaje al equilibrio entre el ser humano y la naturaleza, y a la belleza espiritual que se encuentra en lo simple.
“Michael ha conseguido describir la verdad de la vida, de forma sencilla pero profunda, y con verdadero corazón. Es un logro asombroso”, afirma el productor de la película y fundador de Studio Ghibli, Isao Takahata.
Aclamada de manera unánime por críticos y espectadores, esta pieza maestra de Studio Ghibli es una experiencia cinematográfica única, íntima y profundamente humana que invita a cada espectador a encontrar su propia interpretación.
Considerada una de las obras más sensibles e innovadoras del cine animado contemporáneo, La tortuga roja llega para tocar el corazón, alimentar la imaginación y recordarnos que incluso en el silencio, la vida habla.