

Un violento episodio conmocionó a los vecinos de Villa Elisa, en La Plata, luego de que cinco delincuentes irrumpieran en la casa de una mujer jubilada y la torturaran con extrema crueldad para robarle. El ataque ocurrió este jueves al mediodía, en una vivienda ubicada sobre avenida Arana, y dejó a toda la comunidad en estado de shock.
De acuerdo con los primeros datos de la investigación, los ladrones cortaron el alambrado perimetral para ingresar al terreno y esperaron el momento justo para sorprender a la víctima cuando salía de su casa. Tras reducirla, la obligaron a entrar nuevamente al domicilio, donde comenzó una secuencia de golpes, amenazas y torturas.
Según fuentes policiales, los delincuentes le arrojaron agua hirviendo a la mujer, la ataron y la dejaron ensangrentada antes de escapar con dinero en efectivo y varios objetos de valor. Los gritos desesperados de la víctima alertaron a los vecinos, que saltaron el cerco y lograron auxiliarla.
“La encontraron atada, llena de sangre, era todo un desastre”, relató un vecino al portal local 0221, aún conmovido por el nivel de violencia. La rápida reacción del barrio permitió que la mujer fuera rescatada y asistida hasta la llegada de la Policía Bonaerense.
Efectivos de la comisaría Decimosegunda de Villa Elisa y del Comando de Patrullas de La Plata arribaron al lugar minutos después. En paralelo, la víctima fue trasladada a un centro de salud de la zona, donde quedó internada fuera de peligro, aunque con quemaduras y un fuerte estado de shock.
Mientras tanto, la investigación avanza para dar con los autores del ataque. Los investigadores ya revisan las cámaras de seguridad de la zona y toman declaraciones testimoniales de vecinos que pudieron ver movimientos sospechosos. Se cree que los ladrones escaparon en un auto y que serían jóvenes oriundos de la región.
La causa quedó en manos de la Unidad Funcional de Instrucción N° 15 de La Plata, que trabaja en conjunto con la Policía Bonaerense para identificar y detener a los cinco responsables del brutal asalto que volvió a exponer la inseguridad creciente en la periferia platense.