

El viaje perfecto entre aventura, naturaleza y experiencias que hacen vibrar el cuerpo, se da a partir del wakeboard. Este deporte acuático que combina equilibrio, destreza y velocidad, se volvió tendencia en la provincia de Buenos Aires, donde se encuentra el más importante de toda América y uno de los mejores del mundo.
¿La novedad? No se necesita lancha propia ni ser profesional: cada vez más destinos turísticos ofrecen espacios con toda la infraestructura, escuelas y paisajes para vivir la experiencia desde cero.
Del norte del AMBA hasta el corazón del Delta o el extremo norte provincial, existen cinco puntos donde el wakeboard ya es protagonista. Una propuesta imperdible para agendar y probar cada fin de semana y durante el próximo finde largo de noviembre.
Campana: naturaleza pura y adrenalina
En un entorno donde el verde del paisaje se encuentra con la calma del río, Campana se posiciona como uno de los lugares más elegidos para practicar este deporte. El club Wakeboard Campana ofrece clases para todos los niveles, alquiler de equipos y un ambiente relajado donde la buena onda es protagonista.
Un plan perfecto para combinar ejercicio, picnic y paseo por la costanera. A solo una hora y media de CABA, es ideal para escapadas activas.
“Muchos de los que vienen nunca habían practicado Wakeboard y se van felices por haber logrado pararse sobre la tabla. Eso es lo que más nos gusta: que todos se animen”, cuenta Matías Bonadeo, instructor en Wakeboard Campana.
Zárate: adrenalina de alto nivel
En Zárate, ubicada en el camping Las Tejas sobre la ruta 12, a 95 kilómetros de Capital Federal, se encuentra la reconocida Pampa Cable Park: la primera escuela de Wakeboard con sistema de cables tamaño completo (full-size) de Argentina y una de las más grandes de América.
Con un recorrido de 710 metros y capacidad para hasta diez riders simultáneos, ofrece dos modalidades: un cable circular para atletas avanzados y otro lineal para principiantes.
En su amplísimo entorno natural de 3 mil hectáreas con playa junto al río Paraná, cabañas, bosques y hasta barcos varados en tierra-, la escuela brinda clases, alquiler de equipo completo (tabla, casco, chaleco y traje de agua) y atención profesional, facilitando la evolución rápida de los alumnos desde sus primeros pies en el agua hasta maniobras más técnicas.
“Practicar wakeboard en Pampa es único. A diferencia de otras disciplinas náuticas, el wakeboard cable permite disfrutar del deporte sin necesidad de una embarcación. Y Pampa no es cualquier lugar: está considerado uno de los mejores cableski del mundo, tanto por su diseño como por la calidad de sus módulos flotantes rampas, rails y más que hacen que cada sesión sea distinta”, explicó Walter Ditsch, responsable por la escuela.
Y para quienes nunca hicieron y tienen ganas de probar tienen un cable especial de dos torres pensado para iniciantes. "Ahí están solos con el instructor, en una clase totalmente personalizada. Les aseguramos que van a poder deslizarse sobre la tabla en primera clase, y con un par más, ya están listos para pasar al cable grande", detalló.
Belén de Escobar: wake, río y comunidad
En Belén de Escobar, el río también se convierte en pista. CH Wakeboard ofrece clases personalizadas, wakesurf y cable, todo en un entorno rodeado de árboles y tranquilidad.
Es un espacio que apuesta por la comunidad, el aprendizaje desde cero y el disfrute sin presiones. Recomendado para quienes buscan iniciarse en el deporte con atención cercana y paisajes que invitan a quedarse.
San Nicolás de los Arroyos: deporte y descanso
Al norte de la provincia, Renton Park se levanta como una de las nuevas joyas del wakeboard en Buenos Aires. Con infraestructura moderna, entorno natural y propuestas integradas con camping, restaurante, actividades outdoor, este espacio se convirtió en la mejor escapada para recargar el cuerpo y la mente.
El turismo deportivo crece: la provincia de Buenos Aires pisa fuerte con tablas al agua
Cada vez más turistas eligen escapadas de fin de semana que combinan aventura con paisajes naturales. Y en este escenario, el Wakeboard aparece como una alternativa perfecta: por la adrenalina y la conexión con entornos tranquilos, rodeados de verde, donde también hay propuestas gastronómicas, espacios para relajarse y opciones para toda la familia.
En cada destino, el wakeboard convoca no solo a fanáticos del deporte, sino también a familias, parejas y grupos de amigos que quieren hacer algo distinto. Muchos parques como Pampa, Campana o Renton cuentan con espacios de descanso, comida, zonas verdes, alquiler de equipos y clases para principiantes. El deporte se transforma así en una excusa para redescubrir la Provincia desde otro lugar.
Además, organizan torneos o clínicas especiales durante el año, en constante movimiento con turistas de distintas edades y perfiles. Desde jornadas de iniciación hasta competencias de alto nivel, el wakeboard bonaerense está en plena expansión.
Con cada ola que se rompe, con cada salto sobre el agua, Buenos Aires confirma que su turismo también se mueve, evoluciona y se abre a nuevas formas de explorar sus ríos, lagunas y paisajes. Una opción diferente para disfrutar durante el próximo fin de semana largo de noviembre.