

Elián Ángel Valenzuela, más conocido como L-Gante, volvió a estar en el centro de la escena, aunque esta vez no por su música. El cantante presentó una denuncia formal contra su exmanager y socio, Maxi “El Brother”, a quien acusa de manejar de forma irregular contratos e ingresos millonarios. La ruptura laboral marca un antes y un después en su carrera.
A través de sus redes sociales, el músico anunció el inicio de una “nueva etapa” y aclaró que todos sus compromisos artísticos siguen vigentes. “He decidido cambiar mi equipo de trabajo y representación, y quiero agradecer a todos los que me acompañaron hasta ahora”, expresó. Pese a su tono conciliador, detrás del comunicado se esconde una batalla económica por cifras que van del millón al millón cuatrocientos mil dólares.
Según el periodista Martín Candalaft (DDM, América TV), L-Gante exige rendiciones de cuentas y la devolución de ingresos percibidos sin su autorización. En la carta documento, el artista también pide la revocación del poder que habilitaba a su representante a firmar contratos en su nombre. Todo esto, en el marco de un acuerdo que —según asegura— lo perjudicaba desde su firma en abril de 2024.
El vínculo entre ambos no era solo profesional: “El Brother” también era parte del círculo íntimo del cantante, y hasta compartían la titularidad de la marca “L-Gante”. Sin embargo, el desgaste se volvió insostenible. “Estoy tratando de recuperar el control de mis cosas. Se me fueron de las manos muchas situaciones”, admitió el artista. Y agregó con sinceridad: “Me gustaría que si algo malo me pasa, sea culpa mía y no de otros”.
Mientras intenta reorganizar su carrera, el músico adelantó que formará un nuevo equipo de trabajo para continuar sus proyectos. “Estoy dedicado a ordenar todo lo que puedo, cumpliendo con mis objetivos y mis ideales”, señaló, dejando entrever que la separación laboral no afectará sus próximos shows.