Cada 25 de octubre se celebra el Día Mundial de la Pasta, una fecha que invita a evaluar las cualidades de este alimento tan arraigado en nuestra cultura.
Bajo esta premisa, la International Pasta Organisation (IPO) entidad que reúne a fabricantes de pasta de distintos países se propuso actualizar el documento Consenso Científico, publicado originalmente en 2015 y destinado a recopilar evidencias sobre los beneficios asociados al consumo de la pasta.

En efecto, diversos estudios afirman que la pasta contribuye a tener una alimentación saludable dada su composición nutricional y versatilidad. Las comidas elaboradas con pasta incorporan alimentos poco consumidos, como verduras y legumbres, especialmente en la dieta de niños y adolescentes. Asimismo, su contenido de carbohidratos bajos en grasa y de fácil digestión, aporta energía sostenida sin afectar negativamente al rendimiento físico, la composición corporal y la fuerza.

Médicos y nutricionistas destacan la relevancia de alcanzar un peso corporal adecuado, incorporando el hábito de la actividad física y una buena alimentación. El consumo de pasta genera saciedad, es decir la condición de sentirse sin apetito, hecho que contribuye a mantener bajo control la cantidad de alimentos ingeridos entre comidas.
La comunidad científica se ocupa de dejar en claro que si bien la pasta en todas sus presentaciones y tipos aportan beneficios, son las opciones formuladas con ingredientes de mejor calidad las que más contribuciones realizan a nuestro organismo.
La pasta también nos hace felices
Más allá de los aspectos nutricionales, la pasta también tiene un valor emocional y social. Compartir un plato de pastas en familia o con amigos genera momentos de encuentro que fortalecen vínculos y despiertan emociones positivas. En esta línea de trabajo se embarcó el Laboratorio de Comportamiento y Cerebro de la Universidad de Milán, Italia. Allí se realizó un estudio sobre la reacciones cerebrales de cuarenta participantes demostrándose que compartir un plato de pastas con otras personas activa áreas del cerebro relacionadas al bienestar mental, ya que puede influir en los niveles de serotonina, un neurotransmisor crucial en la regulación del estado de ánimo.
En la búsqueda de hallar otras relaciones entre el consumo de la pasta y el bienestar, investigaciones en curso sugieren posibles efectos cronobiológicos como una mejor calidad del sueño y la regulación circadiana cuando se consume pasta en la cena.
El Consenso Científico sobre el Consumo de la Pasta, no sólo ha sido un recontó de investigaciones, sino un proceso de validación en el cual participaron especialistas de diferentes países. La Argentina tuvo un rol crucial aportando recursos humanos calificados, siendo el reconocido nutricionista Sergio Britos, el observador asignado en representación de la Unión de Industriales Fideeros de la República Argentina (UIFRA).

Esta entidad agrupa a empresas fideeras pertenecientes a la rama de las pastas secas de todo el país. Su misión es la de representar a la industria nacional de fideos secos ante las autoridades nacionales, provinciales, comerciales, asociaciones de trabajadores, profesionales y cualquier otra entidad pública o privada.