El expresidente de la Nación, Alberto Fernández, se metió en la interna peronista, analizó la derrota electoral y tomó partido por Axel Kicillof en el diferendo con Cristina Fernández de Kirchner.
“Este resultado se da como consecuencia de una serie de realidades y que hay que analizar con mucho cuidado para no equivocarnos”, puesto que “nos venimos equivocando hace mucho tiempo”, admitió.
De todos modos, consideró en declaraciones a la AM 750 que “no hay que buscar culpables, para poder sostener una unidad”.
“Tenemos un tiempo distinto en Argentina y al peronismo le cuesta muchísimo poder conectar con la sociedad. Nos cuesta comprender la demanda, nadie se salva”, anexó Fernández.
De todos modos, descartó que el del domingo pasado haya sido “un voto miedo” y reflexionó: “Me extraña mucho que el peronismo, que es un partido que nació en la calle, le tenga tanto miedo a escuchar a la gente”.
Así las cosas, evaluó que “el peronismo necesita una nueva juventud con autonomía de lo que hemos vivido los últimos 20 años”.
Acto seguido, manifestó que “pretender decir que la culpa es de Kicillof es complicado, el gobernador garantizó el triunfo en la provincia de Buenos Aires” y “el peronismo perdió en muchos lados, no sólo en la provincia de Buenos Aires”.
“Kicillof es parte de esa generación emergente que hay que impulsar y que se animen a tomar las riendas. Los intendentes son grandes funcionarios cuando se los convoca, ganan porque son muy buenos intendentes”, enfatizó el dirigente justicialista.
Del mismo modo, indicó que “a los intendentes no se los debe tratar como soldaditos, son señores dirigentes políticos y hay que respetarlos como tal”.
“Cargarle la culpa a Axel me parece una enormidad. Estamos lastimando a un proyecto de presidente”, advirtió, para luego insistir: “Debe aparecer una generación de reemplazo, entre los reemplazados estoy yo”.
“Para que Kicillof pueda ser presidente, tiene que hacer un buen gobierno y lo está haciendo, pero necesita diputados, senadores y una fuerza unida para poder gobernar”, completó.
En otro tramo de la entrevista en el programa Toma y Daca, fue tajante al aseverar: “Nunca reconocí a Cristina como jefa política, el único jefe político que yo tuve fue Néstor”.
“Yo me voy a dormir con la tranquilidad de que mantuve la institucionalidad argentina hasta el final de mi mandato” y “algún día voy a contar cómo fueron las cosas exactamente con Cristina, este no es el momento”, lanzó.
Igualmente, reflexionó: “Creo que todos hacemos falta, también Cristina. Yo quisiera una Cristina distinta a la de ahora, abriendo puertas y no cerrándolas”.
“Aún en situaciones donde estuve alejado de Cristina, siempre luché por su inocencia. Nunca fui desleal con Cristina. La lealtad está también en decirle que está equivocada”, consideró.
Por último, manifestó que “con Cristina definitivamente no alcanza, pero hace falta. La unidad es necesaria pero no es suficiente”.
Y también se refirió a la condena contra el exsecretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, al plantear que “lo mandan preso porque es peronista” y “todos deberíamos estar reclamando” por él.