martes 04 de noviembre de 2025 - Edición Nº4245

Policiales y Judiciales | 4 nov 2025

Sigue la causa

Se conoció la autopsia del cadete asesinado en el penal de Florencio Varela

Cristian Moyano, de 24 años, fue hallado con más de 25 lesiones en el cuerpo dentro de la Unidad N°24. La Justicia investiga si fue asfixiado por agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense, que ahora enfrentan cargos por homicidio agravado.


El crimen de Cristian Moyano, un cadete de la Policía Federal de apenas 24 años, sacudió a la localidad de Florencio Varela. El joven, que también era boxeador, fue hallado sin vida dentro de la Unidad Penitenciaria N°24, con más de 25 lesiones en su cuerpo. Tenía fracturas de costillas, la boca rota, golpes en distintas partes y una marca en el cuello que podría indicar asfixia.

La autopsia reveló la brutalidad del ataque y llevó a los investigadores a sospechar que el joven fue asesinado con ensañamiento por un grupo de agentes penitenciarios. Moyano había sido detenido días antes por una denuncia de abuso sexual presentada por una compañera de la escuela de la Policía Federal, tras una fiesta en San Isidro.

Los cinco agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) que estaban a cargo del pabellón fueron imputados por homicidio doblemente agravado por alevosía y ensañamiento, y quedaron formalmente detenidos. La decisión fue tomada por el juez Julián Busteros, luego de la indagatoria realizada este lunes por el fiscal Christian Granados, a cargo de la UFI N°9 de Florencio Varela, especializada en delitos carcelarios.

Según fuentes del caso, Moyano fue retirado con vida de su celda, ubicada en el pabellón de mediana seguridad, tras pedir desesperadamente que lo sacaran de allí. Sin embargo, llegó inconsciente al sector de Sanidad, a pocos metros del lugar. Fue trasladado de urgencia al hospital Mi Pueblo, pero los médicos confirmaron que ya había fallecido.

El chico era boxeador y salió del pabellón sin heridas, pero llegó casi muerto a Sanidad”, señalaron los investigadores, que destacaron que ninguno de los penitenciarios presentaba lesiones, algo que refuerza la sospecha de que actuaron en grupo y sobre seguro.

De acuerdo con el expediente, uno de los testigos relató que Moyano se encontraba alterado y pedía salir del pabellón: “Seguro le dio un ataque de ansiedad o de pánico y gritaba ‘quiero salir’, y ahí se pudrió todo con los penitenciarios”, describió.

La fiscalía ordenó el secuestro de 20 teléfonos celulares pertenecientes a los guardias y otros internos, con el objetivo de analizar registros y mensajes que puedan aportar pruebas sobre lo ocurrido. Mientras tanto, la celda donde Moyano estuvo alojado fue clausurada, y se esperan los resultados de nuevos estudios forenses para determinar si fue asfixiado.

El crimen del cadete dejó al descubierto, una vez más, las condiciones de violencia y abuso que atraviesan los internos en el sistema penitenciario bonaerense, donde las muertes bajo custodia estatal siguen siendo un tema sin resolver.

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