La cuenta regresiva llegó a su fin y el Monumental ya late al ritmo de Oasis. El desembarco de los Gallagher en Buenos Aires, después de más de una década y media, detonó una mezcla de nostalgia, emoción y sorpresa que se sintió fuerte este viernes por la noche en los barrios de Núñez y Belgrano. Allí, un despliegue de drones dibujó el clásico logo de la banda en el cielo porteño y despertó gritos, celulares en alto y videos que en segundos explotaron en redes. Vecinos, fans anticipados y curiosos se mezclaron en las veredas, esperando lo que será un fin de semana histórico para el rock británico en Argentina.
La productora DF Entertainment confirmó un adelanto de media hora en el horario del recital del sábado por el pronóstico del Servicio Meteorológico que anticipa lluvias y tormentas hacia la medianoche. La modificación quedó así: las puertas abrirán a las 16, Richard Aschroft será el encargado de la previa desde las 19:15, y Oasis subirá al escenario a las 20:30. Según remarcaron, se trata de una decisión “para garantizar la seguridad y el regreso tranquilo del público a sus hogares”. Recomendaron seguir los canales oficiales ante posibles nuevas actualizaciones.
El impacto del show de drones también llamó la atención de varias figuras públicas. Entre los que se asomaron a ver el espectáculo lumínico estuvo Wanda Nara junto a su familia, que registró el cielo iluminado desde el Chateau Libertador. En redes, el video se viralizó en cuestión de minutos, sumándose a la ola de contenido que instaló a Oasis entre las tendencias locales desde temprano.
Mientras tanto, los músicos aprovecharon los días previos para perderse por la ciudad, cada uno con su estilo. Noel Gallagher, siempre más sociable y curioso, arrancó su recorrido por el Cementerio de la Recoleta, donde se detuvo frente a la tumba de Eva Perón y otras figuras históricas. Más tarde, cruzó la ciudad rumbo a La Bombonera, donde se mezcló con hinchas y turistas para sacarse fotos y firmar autógrafos. Su presencia en cada punto generó corridas, saludos y una fila de fans que se multiplicaba a medida que el rumor corría por redes.
Del otro lado del ring fraternal, Liam se mantuvo fiel a su bajo perfil. Llegó primero a Buenos Aires, pero eligió evitar las calles porteñas y solo se espera su aparición en los shows de este sábado y domingo en el Monumental. La banda, fragmentada por la conocida distancia entre los hermanos, volvió a repetir la estrategia: hoteles distintos, agendas separadas y cero apariciones compartidas. Aun así, la expectativa por verlos juntos en el escenario sigue intacta.
Andy Bell, Gem Archer y Paul “Bonehead” Arthurs también dijeron presente en distintos rincones de la ciudad. Caminaron por Recoleta, Balvanera y San Telmo, donde charlaron con fans, firmaron autógrafos y se dejaron fotografiar sin problemas. En cada salida, la escena se repetía: gente que les pedía selfies, gritos de sorpresa y la confirmación de que el fenómeno Oasis atraviesa generaciones enteras.
Con el cielo ya iluminado por drones, el cronograma actualizado y la ciudad movilizada, el Monumental se prepara para recibir un show que promete quedar grabado en la memoria colectiva. A esta altura, solo queda esperar a que las luces se apaguen y los Gallagher hagan lo suyo: volver a sonar como si nunca se hubieran ido.