Cada 17 de noviembre se conmemora el Día Mundial del Cáncer de Pulmón, una fecha que busca generar conciencia sobre una enfermedad que continúa siendo la principal causa de muerte por cáncer en la Argentina. Representa cerca del 15 % de los fallecimientos oncológicos y constituye una de las patologías con mayor carga sanitaria y económica para el país.
De forma anual, se registran alrededor de 13 mil nuevos casos y más de 8 mil muertes, lo que implica una pérdida de más de 179 mil años de vida saludable.
En la actualidad, más de la mitad de los pacientes son diagnosticados en etapas avanzadas, cuando las posibilidades de tratamiento y sobrevida son mucho menores. Las estimaciones internacionales afirman que la detección temprana podría salvar 1.500 vidas adicionales y elevar en un 75% la tasa de supervivencia.
“Cuanto antes detectemos y tratemos el cáncer de pulmón, más cerca estaremos de cambiar su pronóstico. Desafortunadamente, el diagnóstico precoz aún no es una realidad para la mayoría de los pacientes en Argentina”, señaló Peter Czanyo, fundador y director de la Fundación Pacientes de Cáncer de Pulmón.
Asimismo, puso de relieve que “a nivel global, la evidencia demuestra que identificar la enfermedad en etapas tempranas salva vidas. En nuestro país todavía existen grandes oportunidades para fortalecer la detección en poblaciones de riesgo, mediante políticas sostenidas y acciones coordinadas que integren la prevención, el diagnóstico y el tratamiento oportuno”.
Aunque el tabaquismo continúa siendo el principal factor de riesgo del cáncer de pulmón, asociado al 78 % de los casos registrados en nuestro país, cada vez más evidencia científica advierte que la exposición prolongada a contaminantes atmosféricos también aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad, aún en personas no fumadoras.
De acuerdo con el informe State of Global Air 2024 elaborado por el Health Effects Institute, en 2021 la contaminación del aire fue responsable del 19 % de las muertes por cáncer de pulmón.8 Incluso la Asociación Argentina de Oncología Clínica (AAOC) señala que actuar para mejorar la calidad del aire podría evitar hasta un 15 % de las muertes, una cifra que recuerda que este problema no es ajeno ni lejano.
El tamizaje, también conocido como screening o cribado, es una herramienta eficaz para la detección temprana de patologías en personas que aún no presentan síntomas. En Argentina, la Comisión Nacional de Evaluación de Tecnologías Sanitarias y Excelencia Clínica (CONETEC) establece que la Tomografía Computarizada de Baja Dosis (TCBD) en adultos con alto riesgo es un método efectivo para el tamizaje de cáncer de pulmón, ya que produce un beneficio considerable al reducir la mortalidad.
Por su parte, el Consenso Argentino sobre Programas de Detección de Cáncer de Pulmón —un documento de recomendaciones elaborado por un panel multidisciplinario de expertos— coincide en que la TCBD debe indicarse en personas asintomáticas de 55 a 74 años con antecedente de tabaquismo de 30 paquetes/año o más, así como en exfumadores que dejaron de fumar dentro de los últimos 15 años.
Se estima que más 720 mil personas en el país cumplen con estas condiciones. Por esta razón, resulta fundamental que los médicos de atención primaria integren la TCBD en su práctica habitual frente a pacientes con factores de riesgo, ya que puede marcar la diferencia entre un diagnóstico temprano y uno tardío.
Según el estudio “Carga de enfermedad y económica del cáncer de pulmón en Argentina” (IECS, 2024), implementar tamizaje en poblaciones de riesgo favorece la detección temprana y mejora la calidad de vida. Además, al disminuir los diagnósticos en etapas avanzadas –cuyos tratamientos pueden resultar hasta diez veces más costosos–, el tamizaje contribuye a un uso más eficiente y sostenible de los recursos del sistema de salud.
“El desafío que tenemos por delante es sostener el trabajo conjunto entre el sector público, el privado y la comunidad médica para lograr que el tamizaje se extienda en todo el país. Incorporar esta estrategia que permite identificar la enfermedad antes de que aparezcan los síntomas es clave para la población y para optimizar los recursos del sistema de salud”, finalizó Czanyo.
El cáncer de pulmón representa para el sistema sanitario argentino un costo estimado de 556 millones de dólares anuales, una cifra que subraya la urgencia de impulsar políticas sostenidas de prevención, educación y diagnóstico temprano que ayuden a reducir su impacto en la población.