Con una batería de reclamos, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) trazó un crudo diagnóstico por el drama de las inundaciones que golpean al sector.
En medio de los pases de factura entre Nación y Provincia por las obras inconclusas correspondientes al Plan Maestro del Río Salado, CARBAP exigió “un compromiso público, explícito y verificable para que en 2030, las obras estén terminadas”.
“No se trata de un eslogan ni de una expresión de deseo. Es una obligación moral, productiva y social. Estamos hablando de millones de hectáreas productivas, miles de familias rurales y millones de bonaerenses afectados”, alertó la entidad.
#Inundaciones 🗣️ Katopodis apuntó contra el Gobierno nacional por “paralizar las obras” del Río Salado
— ANDigital (@ANDigitalOK) November 6, 2025
En medio de la polémica por los campos afectados en el centro de la provincia de Buenos Aires y las críticas de Patricia Bullrich, el ministro de Infraestructura bonaerense… pic.twitter.com/RGmlIRgjUQ
Los números ilustran una situación devastadora: hay 2 millones de hectáreas bajo el agua y otras 3,8 millones de hectáreas afectadas.
“Suelos sin piso, caminos intransitables. Más de nueve meses sin poder trabajar. La producción y la vida rural están paralizada”, sentenció CARBAP.
El impacto económico estimado es de USD 2 mil millones de dólares, además de 1,5 millones de hectáreas sin poder sembrar.
Por otra parte, los productores cargaron contra los municipios por la polémica tasa vial. “Los intendentes son responsables de los caminos rurales abandonados”, achacó CARBAP.
“Cobran la tasa vial –crecientemente onerosa-, las guías de traslado y además reciben el 12 % de la recaudación del impuesto Inmobiliario Rural”, señalaron los ruralistas.
Para finalizar, reclamaron que “la tasa vial debe destinarse íntegramente al mantenimiento de los caminos”, y pusieron de manifiesto que “si un municipio no puede hacerlo, debe transferir la tarea y los recursos a los productores organizados en consorcios”.