La diputada nacional del PRO, María Eugenia Vidal, evaluó que “se va agotando” la etapa de los dirigentes de su partido que saltaron a La Libertad Avanza, al tiempo que alertó que el gran problema del país es que el kirchnerismo “sigue siendo alternativa”.
“La etapa de pintarse de violeta se va agotando, aquellos que querían irse a LLA ya se fueron y el PRO se mantiene de pie y trabajando por construir una alternativa”, enfatizó la exgobernadora bonaerense.
En este sentido, reflexionó: “Mientras la alternativa sea el kirchnerismo, la polarización sirve para ganar elecciones pero no para gobernar, porque nadie quiere apostar a un país en el que las reglas de juego pueden cambiar cada dos años”.
“Debemos empezar a pensar en una reforma constitucional para que no se vote más cada dos años, porque eso hace mucho daño, no se puede estar un año gobernando y otro en campaña, y poniendo en riesgo cada dos años todas las decisiones que tomaste”, puntualizó la legisladora macrista.
En declaraciones a Radio Rivadavia, Vidal dijo ser “partidaria de volver a un esquema de seis años de mandato (presidencial) sin reelección, y elecciones cada tres años”.
Por otra parte, apostó a “que haya un PRO fuerte” que pueda apoyar al Gobierno en “lo que está bien” pero “no necesita pintarse de violeta o convertirse en La Libertad Avanza para apoyarlo”.
📌"EL PRO PUEDE APOYAR AL GOBIERNO PERO NO NECESITA PINTARSE DE VIOLETA PARA ESO"
— Radio Rivadavia (@Rivadavia630) November 25, 2025
🗣️La diputada nacional por el PRO @mariuvidal , dialogó con @ignacioortelli en #EstaMañana acerca de la importancia de mantener al partido como fuerza diferenciada de La Libertad Avanza.… pic.twitter.com/wejoLz3tlV
“El PRO tiene que ser alternativa a LLA, porque mientras la dinámica sea kirchnerismo o mileísmo, creo que va a ser muy difícil salir adelante para el país”, reiteró.
Finalmente, consideró que el triunfo libertario en las elecciones de medio término “no es un cheque en blanco”, pues “muchos argentinos votaron con miedo a que el lunes las cosas estuvieran peor si ganaba el kirchnerismo, pero no 100 % convencidos de todo lo que estaba haciendo el gobierno, sino diciéndole, ‘que mi esfuerzo valga la pena’”.