jueves 04 de diciembre de 2025 - Edición Nº4275

Política | 29 nov 2025

Análisis

La democracia en la era de la inteligencia artificial

Lo que hace que sea una herramienta efectiva para el control hipnocrático de masas no es su capacidad de engañar, sino su habilidad para generar múltiples versiones de la realidad.


Por Carlos Christian Sueiro (*)

En el siglo XXI, en los tiempos de la cuarta revolución industrial (4.0) impulsada por las tecnologías exponenciales (BNIC) y su máximo exponente la IA, la democracia se convierte de una “Mediocracia” a una “Infocracia” o “Hipnocracia”.

Ello debido a que en la era digital de la cuarta revolución industrial (4.0.), se produce una crisis a nivel cognitivo, que merma la capacidad de reflexión y análisis crítico en torno a la información.

La información tiene un intervalo de tiempo muy reducido. La aceleración general de la sociedad de la información no favorece el desarrollo de un modelo democrático reflexivo, analítico y crítico.

Este abrumador torrente de información que la era digital en su etapa de la cuarta revolución industrial (4.0) produce, genera la imposibilidad de informarse correctamente basándose en hechos y sustento fáctico.

Comienza así, sin percibirlo la crisis de la verdad, la ausencia de certezas y la cotidianeidad basada en flujos constantes y masivos de información fragmentada y carente de contexto o significado.

La crisis de la verdad y la realidad emana cuando perdemos la fé en la propia verdad. En la era de las Fake News, Deep Fake. la desinformación, y la teoría de la conspiración, la realidad y las verdades fácticas se han esfumado.

La información circula ahora, completamente desconectada de la realidad.

Surgen así, las noticias falsas (Fake News), las imágenes y los videos que constituyen falsificaciones profundas (Deep Fake), campañas de desinformación, conversaciones, audios, imágenes y videos generados íntegramente mediante algoritmos de inteligencia artificial (IA) e inteligencia artificial generativa (IAG) como Chat GPT (Open IA), IA Meta (Meta), Copilot (Microsoft), Gemini (Google), IA Claude (Antropic), DeepSeek (Nvidia), entre otros.

La aparición de sistemas asistidos por IA, no presenta un mero cambio tecnológico, sino el perfeccionamiento del poder hipnocratico.

Lo que hace que la IA sea una herramienta sumamente efectiva para el control hipnocrático de masas, no es su capacidad de engañar,  sino su habilidad para generar simultáneas y múltiples versiones plausibles de la realidad.

En la era de la IA, los modelos democráticos están sujetos a campañas políticas que apelan a las emociones inconscientes, más que las motivaciones conscientes y racionales. Así muchos ciudadanos ejercen su sufragio como un sesgo de confirmación emocional de la realidad paralela y plausible a la verdad que la IA ayuda a construir.

La atención es muy limitada producto de los constantes estímulos que se precipitan sobre los ciudadanos, por lo tanto, la apelación a imágenes, sonidos, videos generados mediante IA y todo tipo de estímulos subliminales, liminales e hiperliminales, resultan necesarios para permitir la liberación de dopamina requerida por las generaciones actuales, y poder captar su atención inconsciente.

En una era en la cual la ansiedad por escuchar mensajes de voz en forma acelerada (x 1,5 o x 2) o al querer omitir una publicidad en cinco segundos en internet, dispara flujos de dopamina en el cerebro; y la manipulación inconsciente del electorado resulta cada vez más un método más óptimo en un sistema electoral tendiente a la infocracia e hipnocracia.


(*) Profesor de Criminalidad informática, Doctor en Derecho Penal, Especialista en Derecho Penal y Abogado con Diploma de honor por la Universidad de Buenos Aires (UBA).

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