El presidente de la Cámara Federal de Fabricantes y Distribuidores de Gas Licuado, Darío Simonetti, no ocultó su preocupación por el avance de la venta clandestina de garrafas tras la desregulación establecida por el Gobierno a través del decreto 446.
En este sentido, advirtió que la medida disparó situaciones de alto riesgo, con depósitos improvisados en garages y comercios sin controles, incluso cerca de establecimientos educativos.
“Se recrudeció todo el tema de las ventas clandestinas con la liberación, lo que permitió que cualquiera pueda vender gas sin ningún tipo de control”, graficó el referente sectorial.
Así las cosas, indicó en declaraciones a Radio 10 que “en cualquier garage están guardando camionetas y almacenan garrafas cercanas a jardines de infantes, escuelas. Se está poniendo muy en riesgo la seguridad pública”.
El dirigente informó que tras presentar una acción declarativa de inconstitucionalidad, “pedimos una cautelar al Juzgado federal, Secretaría 6, para que suspenda ciertos artículos eliminados de la ley, para salvaguardar a la población” pues “estamos hablando de un explosivo”.
“Uno no va al kiosco de la esquina a comprar un litro de nafta porque está legislado. Pero sí se permite vender un explosivo, que es la garrafa”, sentenció Simonetti.