El exjefe de Gabinete, Aníbal Fernández, consideró que Argentina “está pasando un pésimo momento” mientras el Gobierno profundiza “una visión miope del respeto por los otros”.
En concreto, ejemplificó con el despliegue policial en las protestas y la indiferencia ante los sectores vulnerables. “El otro día en la marcha había 70 jubilados y mil policías. Eso cuesta una fortuna y nadie dice nada”, graficó en declaraciones a Radio 10.
Asimismo, evaluó que la dirigencia política atraviesa una etapa de parálisis: “Falta una construcción alternativa. Alguien tiene que levantar la voz. No se caguen, no se escondan atrás de los malvones”.
Y citó la conocida frase atribuida a Martin Niemöller: “Vinieron por los comunistas, después por los sindicalistas, después por los judíos… y ahora vienen por mí. No hay nadie que levante la voz”.
En torno a su absolución en la causa iniciada hace 16 años por el programa Fútbol para Todos, reiteró: “Yo no participé ni siquiera de las reuniones con AFA, no participé en la elaboración de los convenios, no participé en la decisión final”.
“Por pedido de la Presidenta terminé firmándolo, pero ni siquiera lo leí, porque estaba hecho el dictamen legal por el Secretariado Legal y Técnico. Esta fue una causa armada que duró 15 años”, fustigó.
En igual tono, aseveró que “protegimos hasta el último centavo del Estado. Se sabe cada uno de los movimientos, adónde fue a parar y en qué condiciones”.
El dirigente quilmeño apuntó directamente contra Graciela Ocaña, impulsora de la denuncia. “Es un cachivache… 15 años de una causa armada para hacernos penar y ensuciar. Nunca hay que odiar a los enemigos, se pierde la objetividad. Hay que dejar enfriar la cabeza y después veremos qué hacer con Ocaña o con los que participaron”, deslizó.
“Es un gran problema esta justicia. Estas causas armadas ensucian nombres, perduran en el tiempo”, por lo que “tiene que haber una acción de la propia justicia contra los corruptos armadores de causas. No puede ser que los buenos sean manchados por los nefastos”, concluyó Fernández.