La Ciudad de Buenos Aires decidió rendirle un homenaje a René Favaloro, uno de los médicos más queridos y respetados de la Argentina y el mundo, con la primera escultura en su honor en el espacio público porteño. La obra fue emplazada en la Plaza Paseo de la Vida, en el barrio de Caballito, un espacio verde que fue bautizado en su homenaje.
El busto fue diseñado y creado por una de las escultoras del MOA (Monumentos y Obras de Arte), el taller especializado que se encarga de cuidar el patrimonio escultórico de la Ciudad. La iniciativa fue idea de los escultores del MOA, pero el proyecto tomó forma definitiva luego de un pedido formal de la Comuna 6, que propuso dotar a Caballito con una intervención que haga honor al célebre médico argentino.
“Favaloro es un símbolo de valores que trascienden la medicina: ética, trabajo, esfuerzo y compromiso con el otro. Para la Ciudad es un honor que su figura forme parte del espacio público como parte de nuestra memoria colectiva. Y es un orgullo además que la obra haya sido realizada íntegramente por el MOA y su equipo de profesionales”, expresó Ignacio Baistrocchi, ministro de Espacio Público e Higiene Urbana.
René Favaloro ya tiene su primer homenaje escultórico en la Ciudad.
— Ignacio Baistrocchi (@ibaistrocchi) December 13, 2025
Instalamos su busto en la Plaza Paseo de la Vida, en Caballito. Una obra creada por el equipo del MOA para honrar a uno de los médicos más queridos del país, en reconocimiento a su ética, su trabajo y su… pic.twitter.com/wghhCc3z1T
Con el primer homenaje escultórico, la Ciudad busca reconocer a un profesional cuya figura trascendió la medicina y se convirtió en un símbolo de vocación, compromiso profesional y honestidad y cuya trayectoria marcó un antes y un después en la cirugía cardiovascular en el mundo.
René Gerónimo Favaloro nació en 1923 en El Mondongo, un humilde barrio de La Plata y se formó en la Universidad Nacional de esa ciudad, influido por docentes de fuerte impronta humanística.
Recién recibido, trabajó 12 años como médico rural en Jacinto Arauz, La Pampa, donde –junto a su hermano, también médico- creó un centro asistencial, redujo drásticamente la mortalidad infantil, las infecciones en los partos y la desnutrición, y organizó un banco de sangre.
En 1962 viajó a Estados Unidos para hacer una especialización en la Cleveland Clinic. En 1967, comenzó a pensar en la posibilidad de utilizar la vena safena en la cirugía coronaria. La estandarización del llamado bypass o cirugía de revascularización miocárdica fue el trabajo fundamental de su carrera, que lanzó su prestigio a nivel mundial.
El amor por su país lo hizo regresar en 1971 con la convicción de fortalecer la medicina argentina y en 1975 fundó la Fundación Favaloro, dedicada a la asistencia, la investigación y la educación. Promovió la creación de la Universidad Favaloro y desarrolló múltiples programas de prevención y estudios para la detección de enfermedades. Recibió decenas de premios y distinciones internacionales. Su nombre quedó asociado para siempre a los valores que defendió toda su vida: ética, honestidad, esfuerzo, compromiso y excelencia profesional.