lunes 29 de diciembre de 2025 - Edición Nº4300

Economía | 29 dic 2025

Bandas

Exvice de Caputo alertó por la “ilusoria” política cambiaria

“No creo que a EE UU le convenga que el Gobierno argentino, al que ha apoyado de una manera muy poco convencional, mantenga un esquema insostenible”, disparó Joaquín Cottani. 


El economista Joaquín Cottani ponderó el equilibrio fiscal logrado por el Gobierno “a pesar del riesgo político”, aunque alertó que la política cambiaria sigue siendo “deficiente”.

El exviceministro de Luis Caputo en el comienzo de la gestión de Javier Milei consignó que “la continuidad del superávit fiscal primario en un nivel similar al de este año (1,5 % del PBI) está amenazada no sólo por las presiones de aumento del gasto en el Congreso, sino por las rebajas de impuestos que propone el propio Gobierno”. 

“De modo que repetir el resultado fiscal en 2026 no va ser fácil, aun si la voluntad del Gobierno de lograrlo sigue vigente”, advirtió en declaraciones a Ámbito.

“Una forma de facilitar el cumplimiento de la meta fiscal del año que viene es, paradójicamente, flexibilizar la meta de inflación, permitiendo que el tipo de cambio flote libremente ya que esto licuaría gastos licuables, reduciría la tasa de interés en pesos y aumentaría la recaudación real de las retenciones y otros impuestos ligados al comercio exterior incluido el IVA a las importaciones”, acotó.

En tanto, evaluó que “el frente externo luce relativamente favorable. El frente político también, sobre todo a partir del resultado de la elección de octubre pasado. El estancamiento del salario real (que ocurre a pesar del atraso cambiario, algo prácticamente inédito) es un problema si lugar a dudas grave, ligado al estancamiento de la economía en general, que ya lleva 15 años”.

“Todos estos problemas se podrían resolver de un plumazo si el Gobierno aceptara la idea de liberalizar totalmente el sistema cambiario y dejar que el peso flote libremente hasta encontrar su nivel de equilibrio”, puntualizó. 

Acto seguido, manifestó que “esto permitiría eliminar el riesgo de otra maxidevaluación como la que hubo en diciembre de 2023, dotar a la economía de mayor competitividad externa, reducir el atesoramiento de dólares del sector privado, mejorar la cuenta de turismo al exterior, aumentar la demanda interna de bienes y servicios no comercializables, cuyo precio relativo bajaría, incentivar la entrada de capitales privados y terminar con la angustia de no saber de dónde saldrán los dólares para pagar la deuda externa”.

“Obviamente, en el corto plazo habrá un salto en la inflación y una caída en el salario real, productos ambos de la depreciación de la moneda. Pero esos efectos, al igual que la caída temporal de la demanda interna generada por la depreciación real, se revertirán al cabo de uno o dos trimestres, como ocurrió luego de la devaluación de diciembre de 2023”, proyectó Cottani.

“La diferencia es que, esta vez, el tipo de cambio libre sin cepo va a ser un imán para atraer capitales, refinanciar deudas y mejorar el saldo de la cuenta corriente. Como se descuenta que el Gobierno mantendrá la disciplina fiscal y monetaria, no hay riesgo de que la inflación se espiralice como consecuencia de la depreciación inicial”, contrastó.

Finalmente, consideró que “la regla cambiaria actual es inestable y, por lo tanto, ilusoria. No creo que a EE UU le convenga que el Gobierno argentino, al que ha apoyado de una manera muy poco convencional, mantenga una política cambiaria insostenible, como tampoco le conviene a los prestamistas e inversores privados”. 

El financiamiento externo para la Argentina no va a ser abundante o a costo razonable si el Banco Central no acumula reservas y el Tesoro Nacional no usa los pesos del superávit primario para pagar los intereses de la deuda externa”, completó.

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias