

El señor González, o cualquier señor de clase media, casado y con hijos, trabajador, no entiende los mensajes de texto sintetizados y añora los tiempos de cuando el tomate tenía gusto a tomate. Tiene un nieto que vive en España y se dedica a participar de manifestaciones; y un hijo de treinta y pico que se niega a abandonar el nido.
Detesta que haya tan pocos días de clases y que corten las calles. Su nieto juega a la Wii pero no le gustan los deportes. Se vuelve loco cuando tiene que llamar a un call center y lo atiende un chico desde Manila. Y se enfurece cuando un mozo lo tutea.
Lo violenta la cultura cool. Se aguanta las ganas de golpear a las personas que usan comillas gestuales o que dicen “estamos refundando la pareja” cuando él o ella luego de una infidelidad acuerdan empezar de nuevo con los mismos vicios y virtudes. El señor González lee el diario los domingos e intenta comprarse un plasma en promoción. También puso primera y aceleró a fondo cuando un adolescente se le paró frente a su auto, apuntándole con un arma y pidiéndole “dame el celular y toda la plata”.
En la Argentina de hoy, es un facho, un troglodita que odia el progreso. “El señor González y otros fachos” es el más reciente libro de Rolando Hanglin, editado por Sudamericana.
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ANDigital: ¿Cuánto de autobiográfico hay en ‘El señor González y otros fachos’?
Rolando Hanglin: Mucho. El señor González es una caricatura de mí mismo, un poco en chiste, un poco en serio, son cosas muy exageradas y son cosas que yo no podría decir, pero en el fondo se parece mucho a mí y como es un hombre común, se me ocurrió que se llamara González que es uno de los apellidos más comunes que hay en nuestro país. Es un poco usarlo como un ventrílocuo para que diga lo que yo no puedo decir.
Como toda caricatura, exacerba algunas cuestiones, pero no deja de tener un sustento real…
Claro, es una exageración pero yo estoy con González. Es una forma políticamente incorrecta quizás, pero yo también soy políticamente incorrecto. Lo que sí, lo plantea de forma agresiva y lo que yo no soy es agresivo y pongo este intermediario entre el público y yo, pero González es un íntimo mío.
¿Tus nietos también juegan a la Play y no hacen deporte?
Mis nietos viven en España, los veo una vez por año cuando voy a Sitges, pero sí tengo referencias de otros nietos, de los de mi mujer, de amigos y se suman muchas referencias de hijos y nietos.
¿Te llevás bien con la tecnología?
¡Amo la Blackberry! soy adicto y la adoro, es utilísima, importantísima me sirve para todo, todo me lo simplifica. No hay nada peor que perderla, que te la roben o que se me caiga a la pileta. No tengo la costumbre de backupear, hasta ahí llega mi ciencia, y tengo que hacer la agenda de nuevo en esos casos.
La computadora también porque me permite escribir libros, cartearme con mucha gente en el mundo, parientes, amigos.
O sea que con la Blackberry te pasa como a muchos, que si salís a la calle sin ella te sentís desnudo, pese a que justo la comparación de “desnudo” en tu caso no sea la más atinada…
Yo desnudo me siento bien, pero en una playa nudista. A veces soñé que estoy desnudo en la calle y me siento turbado por eso. Pero efectivamente, no puedo estar sin la Blackberry.
¿Chapadmalal es tu lugar en el mundo?
En este momento se ha convertido en mi lugar en el mundo porque es uno de los lugares en los que me siento más feliz. Gracias a Dios tengo varios. Y yo soy maniático, si encuentro un lugar que a mí me va, no paro hasta tener una casa allí. Yo tengo un rancho en Chapadmalal. La compré nueva a la casa, por su forma es como un horno, porque soy muy friolento. Tiene una calefacción envolvente y es una casa maravillosa.
Mi otro lugar en el mundo es la quinta en Villa de Mayo, estoy muy pleno allí con Martita, desnudos al sol, sobre todo este sol de agosto y septiembre. Juego al tenis en CUBA, del cual soy socio vitalicio, allí he boxeado, he jugado al fútbol.
¿Es la misma quinta del asado radial en ‘Puerta del Weekend’? el apéndice sabatino de ‘RH Positivo’.
Claro, allí hacíamos el asado radial y hoy en día lo sigo haciendo yo. Todos los viernes hago un lomo para mí y para mis perros. Mi mujer es vegetariana.
A los perros les doy el cordón y también unos pedacitos de la cabeza, que son un poco fibrosos y la otra parte como un poquito y otro poquito lo traigo para mi hija Salomé que durante la semana lo va fileteando y lo calienta un poquito y se lo manda. Salomé es la niña de mis ojos y todo lo mejor es para ella.
¿Cuánto de placer encontrás en el nudismo?
El placer de tomar sol desnudo, bañarse en el mar desnudo es imposible de explicar. Es una comunión plena con la naturaleza, es el pedazo de la naturaleza que tenemos más cerca, nuestro propio cuerpo. Hay que respetarlo, hacerlo que tome sol, que toma agua, que respire aire y oxígeno por todos los poros. Hay que hacerlo en lugares donde no se moleste a nadie.
El nudismo no implica exhibicionismo, buscamos escondernos, que no venga nadie a espiar, pero en todas nuestras playas hay mucha gente que espía. En “La Escondida” de Chapadmalal no, es muy estricto el concesionario. La playa nudista no es de gente bonita, no hay chicos de 18 ó 19, las chicas esas están en bikini en Pinamar o Punta del Este.
Hay dos grandes sectores: nudista con familias con chicos o parejas y la otra mitad son gays, no hacen nudismo, van vestidos, pero se sienten aceptados porque el nudista es tolerante y no señala, no molesta.
En una playa nudista no hay sexo, no se puede hacer ruido, no se puede jugar a la pelota, no se puede hacer venta ambulante. No se puede joder en ningún orden ni sacar fotos ni filmar. No se puede interrumpir el armónico contacto con la naturaleza que es a lo que va el nudista. Queremos oír el mar y las gaviotas.
Teniendo en cuenta que tus hijos y muchas amistadas están en España ¿Qué percibís de la crisis allí?
Está difícil, estaré relacionado con unas treinta personas españolas y de esas treinta trabajan cinco. Falta trabajo, me da la sensación que se está incubando una cosa seria. Hay ajuste y mucha bronca entre los europeos por la minoría islámica que hay en cada país, ponen mezquitas, andan las mujeres con la cara tapada. En general son islámicos marroquíes, no es lo mismo que un libanés.
Los marroquíes en general son albañiles, se buscan la vida, mano de obra barata que los europeos los necesitan porque ellos no van a ir a pasar el trapo. Los sudacas nos adaptamos, los islámicos llevan agresivamente su cultura.
Es un choque de culturas y se está incubando algo fuerte que ya existió: Hitler. Él quería una Europa fuerte, unida, pura, sin intrusos, sin judíos, sin gitanos y hoy en día sería sin árabes. Ya existió eso, espero que no se repita.
Sumado que lo puede agudizar una crisis económica profunda…
En aquellos tiempos también había humillación con los tratados de la primera guerra mundial, gran depresión económica. Son cosas que conocemos nosotros: hiperinflación, corralito…
¿Y cómo ves la Argentina hoy?
La Argentina es incomprensible. Siempre lo fue y ahora más. Es un gran país, no es que va a ser, es un gran país. Tiene algo especial, el que no lo conoce se lo pierde, que se joda. Argentina tiene un plus.
También es un país que tiene características como ser que no se cumplen las leyes, los reglamentos, no se hacen las obras prometidas porque hay jueces que las impiden pero las impiden porque hay vecinos que interponen amparos. En general es un país maravilloso y mal administrado, pero en la vida se aprende. Aprende Cristina, aprende Macri, aprende Duhalde, aprendió Perón. Todos aprendemos y tenemos derechos a superarnos y este país con que le den tres señales positivas se va para arriba, más de lo que ya está porque es un gran país.
El señor González es un típico argentino que vive despotricando porque todo lo que ve le parece impropio, inadecuado, inmoral, fuera de lugar, que todos son maleducados, que hablan el castellano como la mierda, que estamos llenos de ignorantes, que los profesores no enseñan nada y hacen pasar a los chicos de grado cuando tendrían que tener las orejas de burro, no hay orden, es un país anárquico, pero somos talentosos, algo especial tenemos.
Por eso digo que es incomprensible, es una bola de cosas que desconciertan al señor González, por eso prende la tele y la apaga porque no puede haber cuarenta gays sucesivos, todos juntos, porque dice ‘¿Cómo yo, que soy hincha de Huracán, y todos mis amigos no existimos en este mundo?’. Ese es un mundo de ellos, entonces se siente excluido, pero son rachas, épocas. Los gays se sentirán excluidos cuando pasan diez partidos de fútbol por televisión por fin de semana.
¿Seguimos viviendo en el tiempo de la mala mujer?
El hombre no se casa porque está asustado, ya no sólo tiene miedo de casarse sino de vivir con una mujer, mirarla, hacerle un hijo. La mujer es peligrosísima, es un mono con navaja. Te saca la casa, los hijos y te quita la vida y el hombre está asustado. Entonces, el hombre quiere ser nena porque es más llevadero. La mujer está brava, hay pocos casamientos y los que quieren formar una familia necesitan en esta época tan difícil el apoyo del Estado, necesitan créditos para comprarse una casa. Un buen colegio del Estado gratis, como los que fundó Sarmiento. Gente de orden y progreso, no hay libertad sin orden, orden sin libertad no existe, es un delirio. Cuando se corta una calle, la policía debe intervenir enérgicamente de inmediato, dice González, y si hay disturbios, heridos, lo lamento mucho, es tu responsabilidad, primero está el derecho de los ciudadanos a circular, a trabajar a ir a visitar a la tía… lo que se le cante. Tenés derechos de protestar, sí, pero en la vereda.
Frecuentemente abordás con mucho de chiste y mucho en serio el fenómeno de los adolescentes de treinta y pico…
Ellos pueden comprar casa, se quedan con los viejos porque es cómodo. En Europa se da mucho. Además, allí no hay hoteles alojamiento, es un invento argentino. El hotel alojamiento es una creación espectacular de un gran país, junto con la birome y el colectivo.
¿Sándwich de miga podríamos agregar?
¡Claro! Lo agregamos. Pero lo del hotel alojamiento es un símbolo de democracia social y democracia sexual. El señor González y yo creemos en la libertad más absoluta, sin que nadie moleste a nadie, libertad pero en orden. Los derechos esenciales deben estar garantizados. Si acá se aplicará la Constitución haríamos una revolución enorme.
¿Cómo evaluás nuestro concepto de Patria?
No somos patriotas, el argentino es patriotero. Me gustaban más la fogatas de San Pedro y San Pablo y no conozco el San Patricio. La Nochebuena me dice algo como fiesta familiar y me dice algo el 25 de mayo, pero Halloween no sé qué quiere decir y el Día de Acción de Gracias tampoco, yo no como pavo, González tampoco, no nos gusta…
Tampoco lo vemos a González haciéndole un regalito a la patrona el 14 de febrero por San Valentín…
Esa es otra. Es más simple quizás, pero sinceramente no lo necesitábamos. Antes se celebraba el cumpleaños y el santo. Se ha perdido vigencia, acá se combate todo lo católico y con toda impunidad se representan en los teleteatros y en el cine curas católicos que son pervertidos, existen; también existen psicoanalistas que se acuestan con todas las pacientes. Pero tranquilos, es un país católico, yo propongo respeto, González lo propone, yo a veces recibo sus dichos y hasta por momentos me parece que es un facho más.
¿Qué opina González de que a Florencia de la V se la llame ‘mamá’?
La respeta porque es una persona luchadora y se ganó lo que tiene. Y como exige respeto, da respeto, opina que la mamá es una persona que tiene útero o que cumple las funciones de mamá como las mamás del corazón. Si un hombre puede hacerlo, en fin, puede hacerlo. Lo respeta, no digo que lo tolera.
¿Qué leés?
Gracias a Dios tengo una gran biblioteca que heredé de mis padres y tengo todavía muchos libros para leer, estoy muy atrasado. Además, tengo mis aficiones personales. Ahora, en cuento a leer periodistas: leo a Jorge Asís, al Tata Yofré a Carlos Pagni y a Roberto García, cada vez que se le da la gana de publicar algo a Mario Mactas, leo y tomo nota; leo más o menos todo lo que publican los diarios, pero sobre todo busco conocimiento en los libros y uso como bastón internet.
En la red, el 80 por ciento son disparates, mamarrachos, pero hay cosas, datos, fechas, documentación y es un archivo a mano.
También hay mucha difamación gratuita, la impunidad del anonimato…
Es la barrabrava de internet. No leo eso directamente, roba tiempo y energía. Una persona que escribe anónimamente y es capaz de escribir dos líneas para descalificar a Félix Luna, Abel Posse o a Rodolfo Terragno, y que en dos líneas pueden decir: “¡andá forro!”, me hace mal leer a semejante imbécil, me hace mal. Hay que pasar esa página. Personas de un cierto nivel intelectual que tienen que recibir el insulto anónimo de un analfabeto no parece justo, pero la libertad es un valor muy importante y el que no quiere no lo lee, suficiente.
Además, esa libertad ha introducido en otros países que están gobernados por dictaduras como China o como Cuba, ideas, se abrieron puertas y cumplieron una obra muy importante, vaya una cosa por otra.
La libertad, los idiomas, las lenguas, abren puertas. Todos los seres humanos tiene derechos a un secreto, dice un proverbio beduino y en la intimidad de tu mente sos libre, nadie puede controlar lo que pensás, soñás y cuanto más amplio sea ese pensamiento, mejor.
Yo soy iniciado Osho, soy Dhyan Nandi, tengo este título, significa que empecé. Ya estoy grande y pienso que estoy fuera de todo esto porque no me corresponde. También soy hincha de River, amo a River, pero amo el fútbol bien jugado, entonces River es triste y lloré por esta situación de River. Pero está donde se merece. Uno ya sale de las sectas cuando madura, es una forma más de libertad.
¿En lo profesional en qué momento te encontrás?
Estoy en una radio líder, y con el programa estamos primeros muy lejos (junto a Silvia Freire; Elio Rossi y Fátima Slame). Estoy en el mejor momento de mi vida. En este horario y con este equipo encontré la plenitud, estoy de nuevo con Mario Mactas (desempolvando el laureado micro ‘El Gato y el Zorro’), no se meten conmigo, me dejan trabajar. Este horario me va, me encuentro bien, la gente me sigue cada vez más, vamos teniendo un puntito más, un puntito más y lo siento en la calle como en los viejos tiempos de Continental.
Además, este horario me permite ir a lo que más me gusta a mí que es lo chiquito porque las grandes noticias ya están explotadas, vuelven a ser primera plana a las 7 de la tarde. Me encuentro muy bien, me interesa fundamentalmente ese grupo de tipos que venden carnada a los pescadores de la costanera que viven en una casillita, que son divorciados generalmente y se compraron un auto, vivieron ahí y ahora ven amanecer frente al río y le venden a los pescadores anzuelos, boyas, carnadas, reeles. Ese tipo es más importante que Sarkozy o que Duhalde. Es un tipo chiquito que tiene una gran historia.
Como oyentes, notamos que te interesa más esto que, por caso, en su momento, Carlos Corach en su habitual ronda de prensa en la puerta de su casa.
Sí, con todo respeto a los políticos. Creo que hago actualidad bien, pero no lo hago con pasión. Siempre se puede volver a ser, en este circo hay de todo. Con la tele me llevo muy bien también.
¿Volverías a la mañana de la radio?
Sí, si me llaman sí. Pero hoy me encuentro en plenitud y me gusta hacer cosas un poco raras; un poco diferentes porque me ha tocado en la vida cosas distintas. Soy boxeador, tengo 65 años y yo hago guantes con muchachos de 20 y me encuentro muy bien, muy divertido con las cosas que Dios me permite hacer.
Invocás siempre al Gauchito Gil ¿Cómo nace esta veneración?
En un momento difícil de mi vida, yo hacía teatro y estaba mucho en la ruta y me llamaron la atención esos santuarios rojos. Como a mí lo colorado me atrae, siempre lo saludaba, lo vi cómo aparecía por todas partes, es un santito popular que me produce algo ahora, surge ahora la veneración.
Me siento atraído, a mí me dice algo, porque está preso él en su santuario pequeño, es víctima de una injusticia, es un hombre común, un paisano, sus colores me llegan, me transmiten algo. Averigüé su vida, me fui haciendo devoto, le prendo una vela siempre y tengo mi santuario aquí en mi casa.
Necesitaba una reparación y la obtuve, el Gauchito Gil creo que me acompañó. El santo de los pobres, de los ladrones, de los hombres que se sienten que la vida ha sido injusta con ellos.
¿La vida ha sido injusta con vos?
A veces sí. Pocas, pero fuertes. Me pude haber ido al otro “barrio” tranquilamente.
¿Pensás en volver a hacer teatro?
Por ahora es un año sabático, o dos. El tema de ruta, ruta y ruta, es agotador y voy a tratar de hacer trabajos lo más lindos posibles, con menos esfuerzo. Me guardo el esfuerzo para hacer guantes, boxear diez rounds, para hacer el lomo los fines de semana, para jugar al tenis, para hacer el amor. Me reservo la poca fuerza física que me queda para cosas que realmente valen la pena.
¿Qué opinás de la pastillita azul?
Fantástico. Un gran invento de la humanidad, hoy día superado por otros, otras pastillitas, mejores, pero la básica siempre es el Viagra. Hay microinyecciones locales y se están inventando cosas constantemente. Así como la mujer se pone cola, se pone lolas, toma hormonas, se hace el lifting, se tiñe el pelo; el hombre tiene que tener alguna defensa sino es un mamarracho al lado de una piba diez puntos.
¿Qué opina González de los pibes que toman Viagra?
Los pibes toman Viagra para asegurar el tiro. Son tiempos más difíciles estos, por ejemplos han tomado alcohol, se les hicieron las 4 de la mañana, medio en pedo, no pueden ni caminar, necesitan. A veces no necesitan, pero te asegurás arrancar con el pie derecho bien firme. Así que bienvenido sea.
Para González bienvenido sea todo lo que ayude a la felicidad. No tiene siempre la pastilla porque no se puede vivir empastillado. Además, hoy el sexo requiere cierta planificación, se organiza antes para llegar a punto. Tenés que dar el peso el día de la pelea, no antes, no el día después.
Por lo menos ganás por puntos…
¡Ganás bien!
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Rolando Hanglin nació el 2 de marzo de 1946 en Ramos Mejía, provincia de Buenos Aires. Es hijo de dos familias tradicionales del pueblo: los Hanglin y los Unía. Es nieto de Viriato Unía, antiguo dirigente socialista, cuyo nombre ha quedado para una calle de Morón.
Se casó dos veces: con Ana María Tomasin, también de Morón, y con Marta Ibáñez Vidal del Carril, de San Isidro. Ha tenido tres hijos: Camilo, Faustina y Salomé. Hanglin estudió en el Colegio Nacional de Buenos Aires en la década del sesenta.
Entre 1970 y 1974 vivió en España, donde tradujo la obra de Alan Watts, Robert Theobald y otros autores de la contracultura. Vivía en Sitges, donde actualmente están radicados dos de sus hijos.
A partir de 1975 tuvo una variada actuación en los medios. Fue redactor de las revistas Gente, Siete Días, Extra, y director de grandes publicaciones masivas como Para Ti, Goles, Satiricón. Su principal camino profesional se realizó a través de la radio. Ocupó diversos espacios en varias emisoras, pero lo más descollante fueron sus veintidós años en Radio Continental. Allí condujo “Primera Mano”, “RH Positivo” y “Cartas y Encuentros”.
Actualmente tiene su propio programa: “Rolando Hanglin”, en Radio 10, con el que es líder de audiencia. En televisión tuvo actuaciones recordadas en “Videoshow”, “Polémica en el fútbol” y “A la cama con Moria”.
Sus anteriores ocho libros fueron: El macho tumbado; Cartas de amor prohibido; El gato y el zorro -en coautoría con Mario Mactas-; Esperanza por encargo; El hippie viejo; El perro interior; El tiempo de la mala mujer y Un hombre de derecha.
En el Movimiento Osho es conocido como Swami Dhyan Nandi. Es referente del nudismo sudamericano.
A partir de 1998 desarrolló una exitosa serie de monólogos teatrales que presentó en Buenos Aires y otras cincuenta ciudades de todo el país.
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