lunes 19 de mayo de 2025 - Edición Nº4076

Espectáculos | 18 mar 2014

No quiere volver a trabajar con Petti

Ursula Vargues prendió el ventilador y no se salvó casi nadie

La ex panelista de Duro de Domar cargó duro contra su ex jefe: “Pettinato se rodea de gente que pueda bardear”, tiró la bella morocha. Pero también atendió a Jésica Cirio, Victoria Vanucci y Ricardo Fort. De las modelos, dijo que son “incultas” y del chocolatero que le “falta afecto”.


CAPITAL FEDERAL, Abril 13 (ANDigital) Luego de la estrepitosa y caótica salida de Un Mundo Perfecto de Josefina Puso, más conocida como “Piernas”–, con denuncias de acoso incluidas, quien salió al ruedo fue la ex columnista de Duro de Domar en épocas de Roberto Pettinato, la bellísima Ursula Vargues, al decir que el conductor “se rodea de gente que pueda bardear”.

“Creo que Pettinato no podría trabajar conmigo porque la verdad es que creo que soy una persona con más aspiraciones que mostrar el culo. Fijate que él se rodea de gente que siempre pueda bardear”, tiró la ex conductora de El Garage.

Y siguió: “Hoy mismo en su programa, más allá de algún invitado bueno, cuando alguien manda buena frase, como ‘Nacho’ Goano, enseguida él se encarga de deslucirlo. A mí no me interesa. Prefiero poner un drugstore”.

Pero eso no quedó allí, puesto que agregó que “Duro de Domar me ayudó muchísimo, no reniego de eso, pero uno de los motivos por el que me fui es que nadie crece en un programa así. Los panelistas se fueron peleados con él por la misma situación y ninguno lo siguió. A Petti como profesional lo respeto y admiro, pero como ser humano no me dice nada”.

Amén de ello, también se acordó de colegas como Victoria Vanucci y Jésica Cirio, de quienes dijo: “No es que sean poco inteligentes, no las considero tontas, sí son incultas”.

Y, por último, le apuntó al chocolatero Ricardo Fort: “Lo que está sucediendo es como pertenecer a una era de la boludez de aquel viejo menemato, de un Fort que es como una especie de artista loca, que me da mucha pena y me parece desamparado. Me genera pensar: ‘Pobrecito, cuánta falta de afecto’”. (ANDigital)

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