

ESTADOS UNIDOS, Enero 04 (ANDigital) “Un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad”, era la frase que pronunciaba Neil Armstrong aquel 20 de julio de 1969, cuando el primer integrante de la misión del Apolo XI destinada a alunizar conseguía su objetivo y plantaba la bandera estadounidense en el satélite natural del Planeta Tierra.
Hasta aquí nada nuevo, pero un interrogante comenzó a circular con fuerza en relación a este hecho histórico, y apunta a que en toda la llegada del Apolo XI a la Luna un objeto volador no identificado los habría acompañado.
El mismo tendría una forma “semiesférica”, pero mejor que lo cuente un observador de lujo: “Es el secreto mejor guardado por la NASA en medio siglo de carrera espacial”, comentó al respecto el periodista y escritor boliviano Eduardo Ascarrunz, autor de la novela histórica El Salar de Maravilla que contiene el relato del astronauta Edwin “Buzz” Aldrin sobre el supuesto encuentro con un ovni.
El autor del libro asegura que Aldrin se lo reveló hace 10 años, pero que esperó a publicarlo, con la aprobación del astronauta, hasta que “la opinión pública estuviera preparada”.
Según la obra, los astronautas informaron al centro de control de la NASA en Houston, Estados Unidos, que una supuesta nave “semiesférica” los escoltaba al llegar a la Luna y, de acuerdo al testimonio del astronauta, se produjo luego el siguiente diálogo:
Armstrong: “Aquí estamos los tres... ellos están aquí, debajo de nuestra nave... hemos encontrado unos visitantes”.
Houston pidió más precisiones.
Aldrin: “Te estoy diciendo que aquí afuera hay otra nave espacial. Ellos están al otro lado del cráter”.
Houston: “¿Ustedes han conseguido filmar?”.
Aldrin: “Ningún filme por el momento, las cámaras están fotografiando otros objetivos. Ellos están ahí abajo, están acercándose a la Luna junto a nosotros, viéndonos”.
Houston: “¿Qué los están viendo?”.
Aldrin: “Sí, no estamos solos”.
Con la revelación de Aldrin, “el 20 de julio de 1969 tiene un significado más importante aún que el hecho de haber logrado que el hombre posase sus pies en la Luna: ese día, a la hora del descenso, Armstrong, Aldrin y Collins constataron que los seres humanos coexistimos con otras criaturas en el Universo”, dijo Ascarrunz.
El periodista agregó que la NASA probablemente impuso el secreto para evitar que el suceso “echara sombra al superobjetivo de la misión Apolo XI: llegar a la Luna antes que su gran contendiente en la carrera espacial, la entonces Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas”.
Aldrin fue el segundo hombre que pisó la Luna el 20 de julio de 1969, minutos después de que lo hiciera Neil Armstrong, en la histórica y polémica misión Apolo XI. (ANDigital)