

INGLATERRA, Julio 16 (ANDigital) El hotel Halswell House, un bello edificio del siglo XVII en Somerset (Inglaterra), suele alquilarse para casamientos y reuniones empresariales, y era la primera vez que ocurría algo así, para total sorpresa del personal e incluso de su propietario, Grahame Bond, quien desconocía que todo terminaría en una mega orgía.
Según informa el diario “The Independent”, cuando los 300 invitados comenzaron a llegar en sus BMW, Porsche o Aston-Martin, los empleados del hotel pensaron que se trataba simplemente de gente adinerada que había decidido celebrar allí una fiesta como tantas otras.
Pronto comenzaron a circular las botellas de champán, el organizador de la reunión anunció a los participantes que estaban todos ellos bajo un hechizo y, al sonar las campanas de medianoche, les explicó que había una sola manera de romper el hechizo: besar a otra persona.
“De pronto aquello se transformó en un espectáculo digno de ‘Ojos bien cerrados’”, explicó al periódico el dueño del hotel en alusión a esa película de Stanley Kubrick con Tom Cruise y Nicole Kidman.
“Por todas partes había personas copulando. Incluso en las barandillas vi a cuatro parejas”, dijo Bond, según el cual sus empleados no salían de su asombro al ver lo que estaba sucediendo.
A las tres de la madrugada, la fiesta terminó y los participantes se retiraron a sus habitaciones.
Según “The Independent”, la empresa que alquiló el hotel es la holandesa “Little Sins”, que se especializa en organizar fiestas de swingers (intercambio de parejas) para ricos europeos.
Para poder participar hay que tener más de veinte años y los varones son admitidos sólo si van acompañados de una persona del otro sexo. (ANDigital)