jueves 17 de julio de 2025 - Edición Nº4135

Política | 26 sep 2015

Implosión renovadora

Massa, el candidato que ahuyenta a la tropa con sus propuestas

El líder del Frente Renovador está obsesionado con mostrarse como el candidato de las políticas concretas. Sin embargo, las contradicciones y errores en el manejo de la campaña reflotaron la lluvia de deserciones en su espacio, que casi se cobran su sueño presidencial a mitad de año. A un mes de los comicios, perdió parte de su pata sindical, después de prometer premios y castigos a la comunidad docente.


LA PLATA-BUENOS AIRES (ANDigital) Cuando la seguidilla de fugas parecía haber mermado, a un mes de las elecciones nacionales, el fantasma de los portazos vuelve a abalanzarse sobre el candidato presidencial del frente UNA, Sergio Massa, quien no da pie con bola en su campaña de “propuestas”, y cada vez que se ilusiona con remontar su imagen a través de anuncios que parecen ser altisonantes, desde el interior de su espacio lo bajan a la realidad.

Intendentes, legisladores nacionales y provinciales, asesores económicos y hasta su jefe de campaña abrieron el paraguas antes de tiempo y sellaron el retorno al Frente para la Victoria en la víspera del cierre de listas, a mediados de junio, tras las inconsistencias en el armado territorial y los errores en la conducción de campaña, focalizada en el interior del país menos en territorio bonaerense, donde el exintendente de Tigre tuvo su primavera electoral en octubre de 2013.

Ahora, con una contienda que acecha y la incertidumbre de si alguna fuerza opositora forzará una segunda vuelta para lograr inquietar al oficialismo, sectores sindicales que apoyaban a Massa decidieron pegar un portazo, luego de horrorizarse con su proyecto educativo.

La promesa de un régimen con “premios y castigos” para los docentes y las advertencias de mayores controles en materia de presentismo, fueron suficientes para el titular de ATE Zona Norte, Fabián “Moncho” Alessandrini, quien lo acusó de pretender “volver a los noventa”.

“Si viene con esa propuesta, Massa está dejando en claro que quiere gobernar para retroceder, y no queremos volver a las políticas neoliberales donde la variable de ajuste es el trabajador”, disparó Alessandrini, a modo de contraataque mientras terminaba de armar sus valijas para irse lo más rápido posible del Frente Renovador.

Los cuestionamientos al postulante presidencial están asociados a las contradicciones en las que ha incurrido y que, por consiguiente, dan cuenta de la abstracción de sus anuncios. Una muestra de ello fue la presentación de su programa para la educación pública cuando visitó la ciudad de la Plata, a mediados de septiembre. En esa oportunidad, el líder renovador se abrazó a las utopías de la educación, aunque pasó por alto un detalle: lo hizo desde la Universidad del Este, una casa de estudios arancelada.

Esas contradicciones trascienden sus propuestas, y se dan en el marco de la táctica y la estrategia territorial. Después de la polémica por la quema de urnas en Tucumán, protagonizó una conferencia de prensa junto al resto de los postulantes opositores para exigir una reforma del sistema electoral. Allí, tiró la opción de alquilar urnas electrónicas a Brasil, un argumento que fue rápidamente rebatido desde la Cámara Nacional Electoral.

No obstante, lo relevante de aquella jornada fue el acercamiento con Mauricio Macri y el pedido para que lo acompañe en un hipotético ballotage. Horas después, y tras el escándalo del comentarista deportivo Fernando Niembro, salió a decir que nada tenía que ver con el PRO. La falta de sustento en su proceder marea a propios y extraños, y si bien otros referentes de su espacio se escudan en la “ancha avenida del medio”, ya no saben qué más hacer cada vez que se sientan frente a un micrófono y se ven obligados a aclarar las bombas de humo que sacude ‘el pibe’, como solían nombrarlo los barones del conurbano, esos viejos estrategas que le soltaron la mano apenas entendieron el trasfondo de la situación.

Así encara Massa los últimos 30 días de campaña, jactándose de ser el candidato de las propuestas, esas mismas premisas que ahuyentan a los integrantes de su espacio; con la dificultad de no poder –o no saber- de qué manera explicarle al electorado que nada tiene que ver con el oficialismo, pero tampoco con Macri. Y sin la certeza siquiera de que su rival interno en las PASO, el gobernador cordobés José Manuel De la Sota, le garantice ese caudal electoral “peronista” que pareciera ser un caldo de cultivo para el triunfo de Daniel Scioli. (ANDigital)

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