El Grupo Fénix, la piedra en el zapato de Cambiemos

MORENO-BUENOS AIRES (ANDigital) Este martes en Moreno el denominado Grupo Fénix puso primera en lo que es la verdadera reorganización del peronismo, ya que allí se delineó lo que será el encuentro justicialista del 25 de octubre venidero en Lobos, la tierra de Juan Domingo Perón, que busca ser la piedra fundamental de la reunificación de ese “hormiguero pateado” –tal como Eduardo Duhalde lo calificó–, y que tiene dos objetivos, a mediano y largo plazo: las elecciones legislativas del año próximo y las generales de 2019, en ese orden.

Por eso, el encuentro que congregó a los intendentes Walter Festa (Moreno), Verónica Magario (La Matanza), Ariel Sujarchuk (Escobar), Gustavo Menéndez (Merlo), Leonardo Nardini (Malvinas Argentinas), Juan Ignacio Ustarroz (Mercedes), Santiago Maggiotti (Navarro), Francisco Echarren (Castelli), Ricardo Curutchet (Marcos Paz) y Hernán Yzurieta (Punta Indio), además del presidente del PJ Bonaerense, Fernando Espinoza, indudablemente no pasó desapercibido tanto para la Casa Rosada como para Calle 6.

Es que, en conjunto, estos jefes comunales representan a 3.445.421 bonaerenses, un número muy superior a la población de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (que tiene 2.890.151 habitantes), y a las provincias de Córdoba (3.308.876) y Santa Fe (3.194.537). Aquel número es también mucho mayor a los “representados” por los demás espacios del peronismo, llámense Esmeralda o Establo.

Este novedoso escenario es producto de las elecciones del 2015, comicios que por primera vez en más de 20 años dejaron “huérfanos” a los intendentes peronistas de la Provincia quienes, ante la inexistencia de una conducción nacional o provincial fuerte, se reagruparon con los más afines a su causa, buscando actuar de manera coordinada para tener más peso ante los gobiernos nacional y provincial.

En el corto plazo, la unidad del Grupo Fénix será central para la negociación por mayores recursos para hacer frente a los gastos de fin de año, así como también para reclamar una mayor inversión en obra pública en el territorio bonaerense en el año 2017.

Pero no sólo la gestión los desvela: como se mencionó más arriba, sus movimientos se leen en clave electoral. En ese marco, los intendentes del Grupo Fénix reconocen que la única forma de ser oídos es unirse, fortalecer al peronismo bonaerense y preparar el terreno para las elecciones.

Forzados por las circunstancias, lo mismo empiezan a dilucidar los intendentes del Grupo Esmeralda (liderados por Martín Insaurralde y Gabriel Katopodis) y otros grupos del interior (como el Establo, que conduce Julián Domínguez), hasta el momento más propensos a diferenciarse del resto de la fauna peronista y mostrarse más o menos dialoguistas con los Gobiernos macristas.

El objetivo del encuentro del martes próximo en Lobos es empezar a modificar esa realidad y reagrupar las vertientes peronistas dispersas, todo ello contando con la participación de los 55 intendentes del FPV-PJ.

Si la empresa tiene éxito, aquella original estrategia del oficialismo de fragmentar y dividir al peronismo empezaría a hacer agua, máxime si los dirigentes que responden a Sergio Massa aprovechan su gen peronista y se suman a estos nuevos vientos, o si en definitiva se sientan en sus posiciones individualistas y mantienen su identidad renovadora.

“El camino de la reconstrucción está en marcha”, le dijo a ANDigital Gustavo Menéndez, en el acto desarrollado en Berisso por el Día de la Lealtad. Después de todo, Jorge Luis Borges tenía razón: tal vez no los una el amor, sino el espanto. (ANDigital)