viernes 02 de mayo de 2025 - Edición Nº4059

Interés general | 21 mar 2014

En el Hospital Alende

Mar del Plata: Perdió un brazo en un accidente de trabajo y se lo reimplantaron

La paciente, Brenda Ramayo, de 24 años de edad, es de Santa Teresita. Sufrió la amputación de su brazo derecho mientras manipulaba una secadora industrial: "Me distraje, creí que la secadora estaba apagada y vi cómo la máquina me arrancaba el brazo", relató. La cirugía de reimplantación, que duró 8 horas, es la segunda de este tipo que se realiza en el mencionado nosocomio en poco más de dos meses.


CAPITAL FEDERAL, Marzo 01 (ANDigital) En el Hospital Alende de Mar del Plata se realizó una exitosa operación cuando a una joven de 24 años de edad se le reimplantó el brazo derecho, tras sufrir su amputación luego de un accidente laboral, tras más de 8 horas de intervención quirúrgica.

Se trata de Brenda Ramayo, de Santa Teresita, quien perdió su brazo el viernes 21 de febrero pasado, mientras manipulaba una secadora industrial: “Me distraje, creí que la secadora estaba apagada y vi cómo la máquina me arrancaba el brazo”, relató la joven, quien dijo recordar con claridad cada segundo hasta entrar en el quirófano, tres horas después.

“Salí a la calle corriendo y gritando. Mi hermano fue el primero en verme y me apretó la herida para que dejara de salir sangre”, contó, al tiempo que los vecinos llamaron a los bomberos, quienes recuperaron el brazo del interior de la centrífuga y lo conservaron con hielo, acción que resultó fundamental para que horas más tarde pudieran reimplantárselo en hospital provincial Alende.

Antes de ser derivada allí, Brenda pasó por los hospitales de Santa Teresita y Mar de Ajó, donde le realizaron las primeras curaciones que también permitieron que llegara óptima al reimplante: “En ningún momento me importó la estética, sólo pensaba en que sin el brazo no iba a poder seguir trabajando y eso me preocupaba porque tengo un hijo chico, de cinco años”, relata.

Una vez en el Alende, los médicos la tranquilizaron pero, como es habitual y para no crear falsas expectativas, en ningún momento le prometieron que recuperaría la extremidad amputada. Por eso, cuando se despertó de la anestesia se vio gratamente sorprendida: “El brazo me dolía y eso quería decir que otra vez formaba parte de mi cuerpo”, cuenta.

“Nuevamente me toca felicitar a los médicos del Alende y decirles que estamos muy orgullosos de la calidad profesional y humana con la que tratan a sus pacientes. Es gracias a ellos que el hospital se ha convertido en un centro de referencia, líder en materia de cirugía reconstructiva para la Provincia y el país entero”, señaló el ministro de Salud, Alejandro Collia.


El reimplante

Brenda pasó tres horas y medio sin el brazo antes de entrar a quirófano, tiempo que los médicos denominan “de isquemia” por la falta de circulación que impide que la sangre alcance los órganos y tejidos del cuerpo. “Los miembros no toleran más de seis horas en esas condiciones, y pese a que en este caso ese lapso fue bastante prolongado, siempre creímos que había esperanza de reimplante”, manifestó el especialista en cirugía reconstructiva, Ezequiel Escudero.

La intervención, que estuvo a cargo de Escudero y de la doctora Ludmila Grassano, comenzó a las 16.30 horas y se extendió hasta pasada la medianoche. El procedimiento consistió en la unión de tendones, arterias y nervios para restablecer parcialmente la sensibilidad y movilidad, e implicó, además, la reconstrucción de la estructura ósea.

“Por el nivel de amputación –a mitad del húmero–, esta cirugía fue más compleja que la que realizamos en diciembre a Romina, la mujer embarazada que había perdido una mano”, sostuvo Escudero, quien agregó que “en este caso el proceso de recuperación será más lento, aunque el post-operatorio está resultando muy bueno y sin complicaciones”.

Brenda perdió mucha sangre en el accidente y en la cirugía, por eso necesitó de transfusiones. Estuvo dos días en terapia intensiva y ahora se recupera en una sala común, donde estará internada al menos una semana más. Para que el proceso de reimplante sea completo, espera una segunda operación que los médicos están evaluando cuándo realizarán, en la que se llevará adelante la osteosíntesis definitiva; es decir, la unión de los huesos mediante materiales de implante.

Mientras tanto, se encuentra trabajando con kinesiólogos para aprender a usar su mano izquierda como dominante: “La sensibilidad y movilidad se irán recuperando parcialmente en no menos de seis meses”, señaló el médico, al tiempo que agregó que “con una intensa rehabilitación el brazo alcanzará sus funciones básicas”.

De la intervención participaron, además, la anestesista Miryam Azuero, los traumatólogos Facundo Díaz, Mauricio Ghioldi, Martín Lovagnini y Carlos Vóttola, una técnica en anestesia y cuatro instrumentadores. (ANDigital)

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