jueves 18 de abril de 2024 - Edición Nº3680

Panorama Bonaerense | 27 sep 2015

Bitácoras bonaerenses

Aníbal, su “mesa chica” y los diagramas de un futuro Gabinete

El candidato a Gobernador del FpV se muestra confiado en ganar los comicios en octubre. De a poco va armando la estructura de lo que podría ser su Gabinete de Ministros, si es que llega a convertirse en el sucesor de Daniel Scioli en la Provincia.


Agrandado, soberbio, verborrágico, tanto en palabras, como en actitud, Aníbal Fernández se ve ganador de las elecciones de octubre. Ya siente el placer de sentarse en el Sillón de Dardo Rocha y ser el sucesor de Daniel Scioli en la Gobernación bonaerense: “A Vidal le gano por 10 puntos y a Solá por más de 15; será un trámite”, dijo, altanero, esta semana que pasó en su habitual charla con periodistas en la Casa Rosada. Pero por ahora los astros aún no le sonríen al jefe de Gabinete de la Nación. Las encuestas de distintos colores y orígenes coinciden en que existe una tendencia a un virtual “empate técnico” entre Aníbal y la candidata de Mauricio Macri, María Eugenia Vidal. En general, los pronósticos de las encuestadoras apuntan que estos dos candidatos apenas superan el 35 por ciento de los votos. Proyecciones, posturas y fichas sobre la mesa.

Más allá del palabrerío y los sondeos, lo cierto es que Aníbal comenzó hace casi un mes a caminar seriamente en el sendero que conduce a Calle 6. La diagramación de lo que sería un hipotético Gabinete (si es que gana) y la danza de nombres que circulan para ocupar ministerios, provocan en el inconciente colectivo que se generalice la idea de que “Aníbal ya ganó”. Pero no sólo se trata de discursos o carros ganadores, sino también de acciones concretas y, en ese plano, Aníbal sacó ventaja sobre sus rivales. El conocimiento, mediante trascendidos, de su intención de “mejorar” en gran medida la relación con las entidades agropecuarias con la creación de un “Superministerio para el Campo” (una especie de fusión entre los ministerios de Asuntos Agrarios y Producción, modelo adoptado en sus inicios como gobernador por el propio Scioli), fue el primer puntapié para que la campaña de Aníbal tome seriedad en cuanto a las propuestas de Gobierno. En sus planes también está el objetivo electoral de seducir con esos anuncios al voto del interior, en distritos donde el sentimiento agropecuario es mayor. El propio Aníbal ha anunciado que a finales de septiembre va a presentar a su equipo dedicado a los asuntos del campo, siendo ésta la única develación de lo que podría ser su futuro Gabinete. El juego y una carta que se muestra.

Muchas fuentes consultadas anuncian que este anuncio tiene una fecha tentativa: el sábado 4 de octubre. Mientras llegue ese día, la danza de nombres acerca de quién podría comandar ese “Superministerio” ha sido un plato que también se sirvió sobre esta mesa. En principio trascendió el nombre del actual secretario de Agricultura de la Nación, Gabriel Delgado, el segundo del ministro Carlos Casamiquela. Pero en los pasillos de la política surgió otro dato interesante, otro nombre, el de Haroldo Lebed, subsecretario de Planificación y Gestión de la Jefatura de Gabinete de la Nación, quien también podría desembarcar en esa novedosa cartera con un rol de suma importancia o como el “superministro”. Este funcionario tiene una amplia trayectoria en los organismos relacionados a la agricultura y hasta fue ministro de Asuntos Agrarios bonaerense entre 1999 y 2002. Dato para nada menor, ostenta en su currículo haber sido ministro de Agricultura fuera de las fronteras bonaerenses, más precisamente en Río Negro. Lebed fue convocado por Aníbal para trabajar bajo su órbita en Nación, tiene buena relación y se posiciona como el otro postulante para ese “Superministerio”. Dos nombres en pugna.

La otra novedad que surgió esta semana se posa sobre el Ministerio de Gobierno que pretende Aníbal. Esta cartera, según pudo saber esta columna, pasaría a tener mucha más relevancia, áreas de influencia y poder político sobre todo, contrario al que tuvo durante toda la gestión de Daniel Scioli durante sus 8 años de mandato. En los primeros diagramas, el nuevo Ministerio de Gobierno estaría mucho más fortalecido, dado que Aníbal adelantó –en sus habituales conversaciones con los medios periodísticos durante las mañanas– que su gestión prescindirá del Ministerio de Jefatura de Gabinete de Ministros. Con esos datos, el Ministerio de Gobierno se anuncia como robustecido y hasta tiene un nombre para dirigirlo: se trata del actual senador bonaerense Ricardo Bozzani (FpV). Este legislador es oriundo de Exaltación de la Cruz, tiene muy buena relación con Fernández, son muy cercanos –según comentan en las tertulias políticas provinciales– pero, además, en su currículo exhibe haber ocupado el cargo de secretario general de la Gobernación durante la gestión de Felipe Solá. Dato no menor, su mandato en la Cámara Alta vence en diciembre de 2015. Con menor ruido, entre la danza de nombres que suenan para un hipotético Gabinete de Aníbal Fernández, existen serias chances para que el actual secretario de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación (área que está bajo la órbita de la Jefatura de Gabinete de Ministros, que depende de Aníbal), Sergio Lorusso, desembarque en el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible (OPDS), como sucesor de Hugo Bilbao. Más nombres sobre la ruleta de Aníbal.

Sobre este escenario, la “mesa chica” de operadores directos que viene acompañando a Aníbal seguirá con lugares estratégicos, de igual forma que en todos los cargos que ocupó el candidato a Gobernador en los 12 años de kirchnerismo. De esa tropa, muchos anuncian el desembarco del “operador” y coordinador general de Fútbol Para Todos, Pablo Paladino, quien no falta a ninguna de las recorridas del funcionario por el Conurbano bonaerense; del contador Lucas Gaincerain, quien podría llegar a la Secretaría General de la Gobernación, y la abogada y secretaria de Gabinete de la Jefatura de Gabinete nacional, Silvina Zabala, quien podría ocuparse de la Secretaría de Legal y Técnica. Entre los diagramas y borradores, se encuentra un lugar reservado (por ahora) para los randazzistas que resultaron heridos en el cierre de listas, tras la baja de su líder Florencio Randazzo. Además, el propio Aníbal anunció una “convocatoria” a la agrupación kirchnerista La Cámpora en el armado de hipotético Gabinete. La tropa del “bigotón”.

Con menos ruido, también suenan los nombres de Daniel Gurzi, un dirigente quilmeño fiel a Aníbal Fernández jefe de Gabinete. En algunos pasillos se habla de que el actual subsecretario de Seguridad, Fernando Jantus, podría ocupar la cabeza del Ministerio de Seguridad, aunque otros descartan esa posibilidad, ya que sostienen que un civil se hará cargo de esa vital cartera. En el Ministerio de Salud muchos dan por descontado que Pablo Garrido, actual jefe de Gabinete de Alejandro Collia,y hombre del riñón de Fernández, podría escalar un lugar y ser el próximo ministro. Para la Dirección General de Cultura y Educación suena el nombre de la decana de la Facultad de Periodismo de la UNLP, y actual cocejala platense, Florencia Saintout, aunque desde su entorno sostienen que, en caso de ir a la función provincial, prefieren otra área. En el Instituto Cultural podría desembarcar Carlos Caramello, actual responsable del Instituto de Revisionismo Histórico Manuel Dorrego y coautor de los famosos libros escritos con Aníbal Fernández, como por ejemplo “Zonceras argentinas y otras yerbas”.

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