viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº3681

Panorama Bonaerense | 18 oct 2015

Bitácoras bonaerenses

El enroque entre Scioli y Aníbal

En porcentajes distintos, el candidato a presidente y el candidato a gobernador del FpV presentaron parte de lo que serían sus gabinetes. El dato, varios sciolistas que actualmente son ministros ocuparían el mismo cargo en Nación. Los elegidos de Fernández para Provincia son todos actualmente funcionarios nacionales.


Las agujas del reloj esperan por la cuenta regresiva, el calendario indica que el gran día está cerca, a tan solo una semana. El nerviosismo y la ansiedad empiezan a dominar los búnkeres de campaña. Se miran encuestas, se piensan en palabras, gestos y expresiones para el tramo final. Se miran encuestas, se sacan cuentas. Queda poco para las elecciones generales del 25 de octubre. En el Frente para la Victoria, tanto en el escenario nacional como en el bonaerense, hay confianza en un triunfo en los comicios. Daniel Scioli y su tropa aspira, sueña y saborea un triunfo en primera vuelta. Aníbal Fernández y sus aliados tienen fe en “ganar o ganar”, aunque sea por un punto. Se sabe, en la provincia de Buenos Aires no hay balotaje. Sensaciones de cara al momento decisivo.

En una jugada certera sobre el escenario electoral, Scioli y Aníbal movieron sus fichas que hasta ahora les dan resultados positivos. Presentaron sus posibles gabinetes para, en caso de ganar, los acompañen en la gestión. Carta por carta, casillero por casillero, fueron mostrando a los hombres y mujeres que gobernarán junto a ellos. Pero la jugada no se detiene en el efecto de develar nombres y cargos, que de hecho -a nivel presidencial- lo hicieron también Mauricio Macri y Sergio Massa. El movimiento táctico implica una creación de sentido discursivo, de impacto e interpelación sobre el electorado. Mostrar posibles ministros, como si ya hubieran ganado la elección. El efecto triunfante como herramienta electoral.

Así, Scioli día a día va marcando y apropiándose de la agenda político-mediática dando a conocer quién es elegido para ocupar lugares en su Gabinete. Poco a poco, con misterio, sorpresa o previsibilidad lo hace y le genera resultados. Estar en el centro de atención es el objetivo. Hasta el cierre de esta columna el actual gobernador bonaerense dio varios nombres de lo que sería su Gabinete. Dos sorpresas (por llamarlos de algún modo) Alberto Barbieri, exrector de la UBA (al Ministerio de Educación) y Miguel Peirano, ex ministro de Néstor Kirchner (al Banco de Desarrollo). Como una cuestión de táctica de campaña y para darle fuerza política nacional a su candidatura eligió -hasta ahora- a dos gobernadores para que lo acompañen: Sergio Urribarri, cacique de Entre Ríos (Ministerio del Interior y Transporte); y Maurice Closs, mandatario de Misiones (Ministerio de Turismo y Deporte). Dentro de la plantilla extra sciolista presentó a Diego Bossio, titular de ANSES (Ministerio de Infraestructura), y a Julián Domínguez, presidente de la Cámara de Diputados de la Nación y exprecandidato a gobernador bonaerense (Ministerio de Producción). Cupos para el kirchnerismo y pejotismo.

Pero el plato fuerte del menú que desplegó Scioli fue la migración que pretende hacer de gran parte de sus ministros bonaerenses a un hipotético gabinete nacional. Una vez más se despejaron las conjeturas y fantasías de que al gabinete de Scioli “lo va a armar CristinaFernández. Así, el candidato a presidente del FpV coronó a ministros de su tropa naranja para que ocupen en el Estado Nacional los mismos ministerios que actualmente ocupan en la Provincia. Alberto Pérez (Jefatura de Gabinete), Silvina Batakis (Ministerio de Economía), Alejandro Collia (Ministerio de Salud), Ricardo Casal (Ministerio de Justicia) y Alejandro “Topo” Rodríguez (Ministerio de Agricultura), todos de estirpe sciolista en mayor o menor grado. De Provincia a Nación.

Por su parte, y con su particular estilo propio, el candidato a gobernador por el FpV también presentó parte de su equipo. No en altos porcentajes como Scioli, pero sí casi con el mismo grado de efecto político-periodístico necesario para ser la noticia de la semana. Con esa soberbia y verborragia particular, Aníbal Fernández desplegó dos cartas importantes (no las más resonantes) de lo que sería un eventual gobierno. El lunes 5 de este mes, al ritmo de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, mostró dos cartas de juego -lo que en el truco sería un siete de oro y de espada- y así se conoció que Roberto Domenech será quien comande el Ministerio de Asuntos Agrarios bonaerense, y Gabriel Delgado será el presidente del Banco Provincia. Según Fernández, la cartera agropecuaria es de gran importancia estratégica para su hipotética gestión y va estar estrechamente ligada con la banca provincial. El dato que empezó a resonar tímidamente tras ese anuncio fue el origen de estos dos elegidos por el candidato kirchnerista. Domenech es actualmente presidente del Centro de Empresas de Procesadoras Avícolas (CEPA), en tanto que Delgado es secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. Además, el equipo presentado completa como futuro subsecretario de Agricultura al actual director Nacional de Procesos y Tecnologías de la cartera de Agricultura de Nación, Mariano Lechardoy, y a su par de Ganadería, Jorge Dillón, para el mismo puesto en la Provincia. La subsecretaría de Pesca tendrá sede en Mar del Plata, se dividirá en artesanal y un área de acuicultura, estando a cargo del actual subsecretario de Pesca de Nación, Néstor Bustamante. El actual vicepresidente del SENASA, Luis Carné, estará a cargo del área de Sanidad; el actual director de Fiscalización y Control de la cartera agropecuaria nacional, Luciano Zarich, ocupará la misma área en la provincia, mientras que a cargo del programa del Sudoeste bonaerense estará Walter Martin. El Coordinador del programa de Desarrollo Rural, Agustín Pérez Andrich, estará en el área de Rutas, Caminos Rurales e Infraestructura y el especialista en riego, Joaquín Santos en esa área. El veterinario Patricio Digilio actual director de Equinos de la cartera agropecuaria provincial ocupará el mismo cargo en provincia y Cristiano Casini lo hará en el área de contratistas. Migración I.

En su segundo capítulo, con la misma impronta ricotera, el martes 14 de este mes, Aníbal mostró su tercera carta -quizá la más resonante hasta ahora- y anunció que la actual ministra de Industria de la Nación, Débora Giorgi, ocupará el mismo cargo en Provincia en el Ministerio de Producción, Ciencia y Tecnología. Durante esa jornada, el dato que empezó a resonar tímidamente el 5 de octubre, perdió la timidez y pasó a ser un objeto de observación. Al igual que el equipo agropecuario, el equipo de industria de Aníbal está compuesto en su totalidad por funcionarios nacionales. Los cargos que se ocuparían en un eventual gobierno bonaerense son: Industria, Comercio y Minería, Javier Rando; Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, Horacio Cepeda; PyMes, Alejandro Naclerio; FOGABA, María Guadalupe Acuña; Parques Industriales, Rodolfo Games; Jóvenes Emprendedores, Facundo Rodano; Relaciones Económicas Internacionales, Juan Manuel Espora; Puertos y Zonas Francas, Juan Manuel Herrera; Astillero Río Santiago (ARS), José Luis Esperón, y la vicepresidencia del Banco Provincia, Esteban Taglianetti. Todos funcionarios que Aníbal pretende migrar a Provincia. Migración II.

Si se observa el escenario nacional y provincial que mostraron Scioli y Aníbal en cuanto al armado de sus gabinetes de gobierno, surge una especie de enroque de funcionarios de primeras y segundas líneas y, además colaboradores de cada elegido. El candidato a presidente presentó más nombres que el candidato a gobernador de lo que sería su equipo. En lugares claves se observa a muchos sciolistas que actualmente son ministros bonaerenses y hombres de mucha confianza del mandatario provincial. No se descarta que Alejandro Granados -actual ministro de Seguridad bonaerense- ocupe el Ministerio de Defensa, o que Cristina Álvarez Rodríguez -actual ministra de Gobierno- sea elegida para el Ministerio de Desarrollo. Por el lado de Aníbal, aún los intendentes esperan “cobrar” un puesto en algún ministerio y algunos ya se empiezan a quejar por lo bajo de que los anunciados hasta ahora “son todos porteños y muy técnicos”. “Hace falta la política”, concuerdan y repiten. Así mismo, si bien Fernández presentó nombres sólo para tres áreas y hasta ahora no se conoce quiénes comandarían los tres ministerios de suma importancia para la Provincia (Seguridad, Educación y Jefatura de Gabinete), en la amplitud de subsecretarios que mostró para Asuntos Agrarios y Producción son todos funcionarios nacionales, que en caso de que el FpV gane la elección provincial, llegaran con todos sus equipos de colaboradores migrados desde el Gobierno Nacional. De Provincia a Nación, de Nación a Provincia.

Ese enroque político que parece existir entre Scioli y Aníbal despertó una serie de conjeturas y alertas de observación en los analistas políticos, como en los actores de la política. En cafés, cenas, tertulias, charlas y en las previas de actos de campaña se empieza a escuchar algunas reflexiones: el kirchnerismo duro se va a refugiar en el territorio bonaerense.-

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