viernes 29 de marzo de 2024 - Edición Nº3660

Panorama Bonaerense | 11 may 2020

Bitácoras bonaerenses

La diversificación de la cuarentena y el salvataje económico a los municipios

Ante la nueva etapa del aislamiento obligatorio hasta el 24 de mayo, el escenario provincial vuelve a reconfigurarse. Las realidades distintas del Conurbano, La Plata y el Interior. La reactivación de la economía y sus dilemas. 


El viernes 8 de mayo, Alberto Fernández anunció la implementación del Fase 4 de la cuarentena obligatoria, salvo para el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que engloba a la Ciudad de Buenos Aires, los distritos del Conurbano y La Plata, que continuarán en la Fase 3. El dato no es menor, el 60 por ciento de los contagios de coronavirus se concentran en esa zona urbana y cualquier flexibilización pone en riesgo que la “curva controlada” de contagios se dispare. El Presidente estuvo acompañado en el anuncio por el gobernador bonaerense, Axel Kicillof y el jefe de Gobierno Porteño, Horacio Rodríguez Larreta. La presencia de ambos mandatarios sirvió para solventar el anuncio sobre el AMBA, es que desde la Ciudad y Provincia no quieren siquiera pensar en algún movimiento en falso y piensan que para la nueva etapa (dispuesta hasta el 24 de mayo), es mejor que la población en su mayoría continúe aislada. Esa mirada la comparten los intendentes de los distritos más populosos del Conurbano, es más, en una cumbre por videoconferencia los intendentes peronistas de la Tercera Sección aplaudieron el anuncio de mantener la cuarentena. Estrategias en comunión.

Sin embargo, como se escribió en columnas anteriores, hay una realidad que no escapa a la mirada del Gobernador y los alcaldes: la cuestión económica. Es difícil pensar que más allá del aislamiento obligatorio de la población se sigan con las restricciones de pequeñas industrias y varias actividades que se hacen necesarias para comenzar a prender motores ante el azote económico que provocó la pandemia del coronavirus y el parate económico. Es por eso que bajo estricto control del Gobierno bonaerense y bajo protocolos sanitarios, los alcaldes serán los que soliciten al Ejecutivo de Kicillof el permiso para la reactivación de pequeñas industrias. En general, los jefes comunales del primer y segundo cordón del Conurbano prefieren evitar el riesgo y le temen mucho a la transmisión comunitaria del virus que pueda provocar cualquier apertura. Algo distinto es el caso de La Plata, capital de la provincia de Buenos Aires, siempre ubicada en un limbo que no la termina de ubicar ni en el Conurbano ni en el Interior. El rol de los intendentes.

La Plata es La Plata, con su cercanía al Conurbano, con sus casi millón de habitantes que le generan tener un propio Conurbano y ser puerta de entrada al gran Interior bonaerense. Desde hace una semana (al cierre de esta columna), la ciudad de diagonales no tuvo contagios nuevos y se mantiene el número en 54 casos, con un fallecido. Esta situación y la crisis económica que generó el parate en una ciudad comercial y con pequeñas industrias por toda su geografía, llevó al intendente platense, Julio Garro a enviarle a Kicillof una serie de pedidos para lograr el permiso para la reapertura de fábricas de pintura y membranas, producción de autopartes, productos plásticos, hormigoneras, fábricas de ladrillos y mosaicos, entre otras; como también peluquerías y salones de belleza; estudios contables; productores de flores de corte y plantas ornamentales; salones de venta de automóviles, entre otros. Además, la salida de las personas por terminación del número de DNI. La decisión de Kicillof es paulatina, de a poco autorizó la reapertura de algunas fábricas, pero las decisiones se toman en calma. Se sabe, La Plata es la sede de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, cualquier novedad en la ciudad repercutirá en el resto del territorio bonaerense. Dato no menor, el Gobernador y su familia viven en La Plata. El foco sobre la capital bonaerense.

La realidad del Interior es distinta, ajena a territorios superpoblados como los del AMBA, los municipios -en su mayoría- tienen pocos o ningún caso de COVID-19. Esto permitió que el Gobernador y su equipo autoricen la reapertura de más actividades que en La Plata o en el Conurbano, siempre claro, solicitado por cada intendente. Desde hace días que la vida sobre la pandemia es distinta en el Interior en relación al Conurbano o La Plata. Pero no es que hubo un relajamiento, esos distritos cuidan celosamente sus límites geográficos, querer entrar a esos territorios sin ser de allí sería prácticamente una aventura destinada al fracaso. Pero la realidad económica, sobre todo la de marzo-abril, golpeó en conjunto a los 135 distritos bonaerenses. Según datos del Ministerio de Economía bonaerense, la coparticipación a los municipios cayó en términos reales durante el tercer mes del 2020. Si bien la baja fue del un por ciento, acumuló un 12 % en el primer trimestre. Las perspectivas son malas para los próximos meses. Los datos de marzo son la antesala de una situación que se profundizó drásticamente en abril, debido a que la cuarentena comenzó el 20 de marzo, con la mayoría de los vencimientos ya cumplidos. Los intendentes ya saben de la abrupta caída que mostrarán esos números. Cabe recordar que los números de la coparticipación están fuertemente afectados por la recaudación provincial, afectada también por el coronavirus y la cuarentena, y que según análisis oficiales fue de más del 40 por ciento. Calamidades económicas en conjunto.

Desde hace algunas semanas, Kicillof se reúne semanalmente con intendentes de todos los colores políticos, del Conurbano, La Plata y del Interior, en forma presencial o por videoconferencia. El pedido es unísono: más fondos para los municipios y ayuda económica. Más allá de acuerdos y salvatajes económicos que Kicillof se comprometió a enviar (no exentas de polémicas y desacuerdos), ante la lenta reactivación de la Legislatura bonaerense, el Gobernador tiene listo un paquete de leyes para su tratamiento: extender a 18 meses el plazo de devolución de los préstamos otorgados a municipios por el “Fondo Especial de Emergencia Sanitaria para la Contención Fiscal Municipal”, permitiendo que superen el ejercicio fiscal. Eximir por lo que resta del año a los municipios de usar el Fondo Educativo en un 40 o 50 por ciento, según el distrito, para obras de infraestructura. Además, suspender algunos artículos de la Ley de Responsabilidad Fiscal que obstaculizan el otorgamiento de beneficios a municipios que no adhirieron o que no cumplen con las exigencias de la ley. El desafío es grande, al igual que el sanitario, que según los datos que presentó Alberto el viernes pasado van por buen camino. En medio de los casi dos meses que lleva esta cuarentena, la grieta parece querer irrumpir sobre el escenario. Esta semana se vieron, sobre todo en redes sociales, los militantes en favor de la cuarentena y los militantes en contra de la cuarentena. Más allá de los réditos políticos que se pueden sacar sobre esas discusiones, el aislamiento social y obligatorio no es un partido de fútbol. Hay bonaerenses que pueden sobrevivir económicamente más de 40 días sin ser millonarios, pero también hay otros a los que les está faltando para comer o se están endeudando en gran medida. La pandemia no sólo tiene que tener una mirada sanitaria o económica, sino también social.-

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