Giro en el caso de la policía “suicidada” en Caseros: Detienen al novio y se presume femicidio

TRES DE FEBRERO-DE BUENOS AIRES (ANDigital) Un inesperado giro dio la investigación sobre el fallecimiento de la oficial de la Policía Bonaerense Ayelén Sanabria quien murió este sábado luego de recibir un balazo en la cabeza: su novio, también policía, informó que se había suicidado pero este domingo el fiscal modificó la carátula y ordenó detener a la pareja bajo un presunto femicidio.

Es que Pablo Fernández, numerario de la Policía Local de San Isidro, llamó al 911 y le informó a los agentes de la Comisaría Segunda de Tres de Febrero que su pareja, efectivo del Comando de San Isidro, se había disparado con su arma reglamentaria luego de haber mantenido una discusión por celos de ella hacia él en la casa que ambos compartían en Ciudadela.

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Tras discutir con su pareja, una agente de la Bonaerense se suicidó en #Ciudadela ? https://t.co/b6zmev4SgZ pic.twitter.com/LQyfR1TiPr

— ANDigital (@ANDigitalOK) October 23, 2021

En ese momento la fiscal Marcela Acosta, titular de la UFI Nº 6 del departamento Judicial San Martín, caratuló la causa como “suicidio”, aunque este domingo la modificó a “homicidio agravado por el vínculo”, que rápidamente mutaría a “femicidio”, y ordenó la captura de Fernández.

Es que a ella llegaron informes y testimonios de familiares de la joven agente de que el sujeto la amenazaba y que incluso le pegaba, hechos de violencia de género que se habrían vivido en más de una oportunidad.

Luego de ser baleada, Sanabria se mantuvo con leves signos vitales por lo que fue trasladada desde su vivienda de la calle Bergamini al 600 en la mencionada localidad del partido de Tres de Febrero, al Hospital “Ramón Carrillo”, también de Ciudadela, donde finalmente falleció.

La principal hipótesis que maneja la fiscal por estas horas es que Fernández le disparó a su pareja con el arma de la mujer con el fin de simular un suicidio, ya que a la suya la dejó ubicada sobre una mesita de luz junto a la cama donde yacía el cuerpo de Ayelén, el arma homicida y una gran mancha de sangre. (ANDigital)