jueves 18 de abril de 2024 - Edición Nº3680

Policiales y Judiciales | 25 ene 2023

Sigue el juicio

La fiscalía pidió prisión perpetua para los ocho rugbiers asesinos

Los instructores consideraron acreditado que todos los imputados son coautores del delito de “homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas, en concurso ideal con lesiones”.


DOLORES-BUENOS AIRES (ANDigital) Los fiscales que intervienen en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa, perpetrado el 18 de enero de 2020 en la localidad de Villa Gesell, pidieron este miércoles que los ocho acusados de asestarle la cacería mortal sean condenados a prisión perpetua.

Tras un alegato de más de tres horas ante el Tribunal Oral en lo Criminal 1 de la ciudad de Dolores, los fiscales Juan Manuel Dávila y Gustavo García consideraron acreditado que Máximo Thomsen (23), Enzo Comelli (22), Matías Benicelli (23), Blas Cinalli (21), Ayrton Viollaz (23), y Luciano (21), Ciro (22) y Lucas Pertossi (23) son coautores del delito de “homicidio agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas, en concurso ideal con lesiones”.

Dávila había asegurado en su alegato en el juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa que los ocho imputados son “coautores” del homicidio porque tuvieron “el co-dominio del hecho, la posibilidad de emprender, proseguir y detener el curso causal del delito”.

En el inicio de su alegato, el representante del Ministerio Público Fiscal ratificó la acusación inicial al afirmar que todos los imputados tuvieron una participación activa en el crimen del joven estudiante de abogacía.

Previamente, García, explicó que los ocho acusados atacaron “por sorpresa, a traición, sin que tuviera ninguna posibilidad de defenderse” a la víctima y encuadró el delito en la figura de “homicidio doblemente agravado por alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas en concurso ideal con lesiones”.

De acuerdo a lo reseñado por la agencia estatal Télam el representante del Ministerio Público Fiscal inició el alegato con la exposición de unas filminas, con las que repasó la prueba presentada a partir de los testimonios de cuatro amigos de Fernando y tres empleados del boliche “Le Brique” de Villa Gesell, para referirse al incidente en el interior del lugar, que consideró “el móvil” que generó que lo mataran afuera.

La fiscalía exhibió las imágenes captadas adentro del boliche y analizadas por la Policía Federal Argentina, donde, según dijo García, “se observa a Máximo Thomsen señalando a alguien”. Y acotó: “estamos convencidos de que era a Fernando y luego hace un gesto amenazante”.

Luego se reprodujeron en la sala de audiencias los videos sincronizados del momento en que son expulsados del boliche tanto el grupo de acusados como el de Fernando. Tras ello, se vio como os acusados permanecieron “alrededor de siete minutos cerca de Fernando y sus amigos, acordando durante ese período de tiempo matar a Fernando Báez Sosa esperando el momento adecuado para hacerlo”.

“La alevosía agrava la menor posibilidad de defensa de la víctima” por una “situación de indefensión” y que “esta indefensión puede provenir por la inadvertencia de la víctima y también ser provocada por el agente”, precisó García.

En cuanto al concurso premeditado de dos o más personas, señaló que puede “ser instantáneo” y que “no requiere mucha deliberación”.

“De alguna manera en este hecho hubo una estrategia o una planificación de cómo iniciar el ataque”, prosiguió el fiscal, para luego dar cuenta que entre los ocho criminales “no hubo roles, todo hicieron todo, todo se pusieron de acuerdo para matar a Fernando, todos lo golpearon” y que “obviamente” no hubo pelea.

Se refirió además la patada que dejó la marca en el rostro de la víctima, y que de acuerdo a las pericias realizadas fue hecha con la zapatilla Cyclone que pertenecía a Thomsen: “Los toreros se llevan la oreja del toro, eso fue dejarle el sello a Fernando”.

Luego reiteró que “hubo concurso premeditado de dos o más personas que se pusieron de acuerdo para matarlo y eligieron esa manera, con múltiples golpes de puño y patadas, sobre todo a la cabeza”, por lo que aseguró que “no hay posibilidad” de encuadrarlo como “riña o agresión”, tal como intentará demostrar la defensa.

Luego de los alegatos de las partes acusadoras, este jueves será el turno de la defensa técnica, cuya estrategia esbozada durante el debate oral se basó en demostrar que el crimen del joven estudiante de abogacía fue en el contexto de un “homicidio en riña o agresión”, que según el artículo 95 del Código Penal prevé una pena de entre dos a seis años.

Una vez que finalicen los alegatos y las últimas palabras de los acusados, los jueces del TOC 1 darán a conocer la fecha de la sentencia, que se prevé que será el 30 o 31 de enero. (ANDigital)

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