miércoles 24 de abril de 2024 - Edición Nº3686

Policiales y Judiciales | 16 may 2023

Tras las rejas

Cipolletti: En fallo unánime, condenan por homicidio simple a Ramiro Gutiérrez

El jurado popular lo encontró culpable de matar con dolo a Facundo Castillo y de intentar asesinar a otras cinco personas utilizando su camioneta BMW. Los detalles.


CIPOLETTI-RÍO NEGRO (ANDigital) Este lunes un jurado popular declaró culpable de homicidio a Ramiro Gutiérrez, de 26 años de edad, a quien también lo consideraron responsable de cinco tentativas de homicidio, en un juicio que culminó este lunes en la ciudad rionegrina de Cipoletti, debate oral al que el acusado llegó preso y que contaba con el patrocinio del abogado Fernando Burlando.

La fiscalía acompañó el planteo de la acusación particular, en la que se buscó una condena para el implicado.

La víctima fatal del crimen fue el joven Facundo Castillo, de 29, quien al momento del hecho se encontraba con amigos saliendo de una fiesta en la Finca La Nonnina, en la llamada Isla Jordán, durante la madrugada del 19 de diciembre del año 2021.

La víctima y el victimario no se conocían, pero protagonizaron una discusión de tránsito al salir de la fiesta en la que el ahora condenado aceleró y embistió a la víctima y a otras cinco personas para luego darse a la fuga a bordo de su camioneta BMW: arrastró el cuerpo de Facundo por más de 14 metros con un claro desprecio por la vida.

En esta línea fue la acusación de la fiscalía encabezada por Santiago Márquez Gauna, en tanto que Juan Manuel Coto acompañó el planteo como abogado de la familia Castillo. Esas fueron las hipótesis acusadoras que se escucharon en la mañana de este lunes, argumentos que convencieron al jurado popular.

En tanto la defensa, a cargo del mencionado Burlando, planteó que el hecho debía encuadrarse en un homicidio culposo, y la teoría del caso que invocaron desde su estudio señalaba que “se trató de un accidente”, aunque en rigor no convencieron a nadie.

El juicio se inició el pasado martes y la nómina de testigos fue de 50 personas, el debate oral a cargo del juez Guillermo Merlo tuvo incluso una audiencia el pasado sábado. La decisión final del jurado se dio pasado las 17 horas de este lunes.

Según obra en la causa, el imputado se presentó ante la justicia 40 horas después de cometido el hecho con lo cual no fue posible acreditar si conducía alcoholizado o drogado, y cabe señalar que en la legislación vigente estas circunstancias dejaron de ser atenuantes y pasaron a ser agravantes a la hora de imponer penas en procesos penales.

A su vez, un perito detalló que la camioneta con la cual Gutiérrez le dio muerte a Castillo presentaba alteraciones ya que el recorrido del GPS había sido borrado y la pantalla contenía errores en su módulo de manejo; también indicó que encontró un destornillador en el faldón trasero del vehículo BMW modelo X1 de color blanco.

Es importante resaltar que el ahora condenado es el hijo de Felipe Ricardo “El Negro” Gutiérrez, un hombre arrestado en 2017 por policías de la DDI Morón en un hotel de lujo en el que se encontraba junto a dos prostitutas y estaba rodeado de drogas y alcohol, de fiesta.

El operativo contó con la colaboración de fuerzas federales, en ese entonces el Ministerio de Seguridad bonaerense estaba comandado por Cristian Ritondo quien, en tandem con Patricia Bullrich (su par de Seguridad nacional), organizó el llamado “operativo rápidos y furiosos”: buscaban a dueños de agencias de autos que se dedicaban a la falsificación de documentación y al mercado negro.

“El negro” regenteaba dos emprendimientos en Río Negro, uno en Viedma y el otro en Cipolletti, y terminó encerrado en Devoto.

Su arresto no implicó el fin de su carrera delictiva, sino todo lo contrario. Gutiérrez seguía en contacto con el mundo criminal y su “pyme” se dedicaba ahora al acopio de droga que era recibida en Provincia de Buenos Aires y luego distribuida hacia el sur del país, mayormente enviaba cocaína compactada lista para su venta/consumo.

De ese entramado surge la más que probable fuente de dinero que se destinó a pagar el patrocinio del abogado platense Fernando Burlando, cuya defensa es ostensiblemente onerosa. (ANDigital)

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