viernes 29 de marzo de 2024 - Edición Nº3660

Policiales y Judiciales | 9 feb 2021

Brutalidad

Femicidio, pueblada y represión en Rojas: El asesino es oficial de La Bonaerense

El oficial Matías Martínez asesinó a Úrsula Bahillo, de apenas 19 años. Amigos y familiares avanzaron contra la Comisaría local, que respondió con represión. Tenía 18 denuncias por violencia de género.


ROJAS-BUENOS AIRES (ANDigital) Un femicidio ocurrió en las últimas horas en la pequeña ciudad de Rojas, en el norte de la provincia de Buenos Aires, donde Úrsula Bahillo de apenas 19 años de edad fue brutalmente asesinada por su expareja, un oficial de La Bonaerense llamado Matías Martínez, lo cual motivó un popular pedido de seguridad y Justicia que fue respondido con represión por parte de la Policía.

El hecho ocurrió este lunes cuando el propio Martínez se comunicó con su tío y le dijo que se había mandado “una cagada”, y que se encontraba cerca de una escuela en el paraje Rural Guido Spano, de Rojas, por lo que inmediatamente dio aviso al 911 y los uniformados se trasladaron al lugar hallando un automóvil Peugeot 307 con el sospechoso adentro, quien señaló al campo donde se encontraba su ex.

Úrsula estaba tendida, sin signos vitales y con su cuerpo ensangrentado, al tiempo que Martínez intentó huir de la escena a pie pero fue alcanzado y detenido; en el vehículo fue encontrada una cuchilla de tipo carnicero con manchas de sangre, que sería el arma homicida: las heridas fueron provocadas en el cuello y la espalda de la joven víctima.

Es importante destacar que Martínez –quien revistaba en la Comisaría Segunda de la vecina ciudad de San Nicolás– tenía carpeta psiquiátrica desde septiembre del año pasado, y que contaba con 18 denuncias de diverso tipo y de diferentes mujeres por violencia de género, al tiempo que poseía una restricción perimetral interpuesta por la propia Úrsula y fue denunciado por el abuso sexual de una menor discapacitada.

Todos estos datos, más el conocimiento de las denuncias realizadas por la propia víctima y la inacción policial y judicial, motivó una verdadera pueblada en Rojas en la que tanto amigos como familiares de la muchacha se dirigieron a la Comisaría local con insultos y algún que otro piedrazo.

 


Esta manifestación fue respondida desde la dependencia con violencia, hubo una feroz represión y los ánimos se caldearon aún más: mientras se desarrollaba todo frente a la Comisaría, otro grupo incendió un patrullero Toyota Hilux que se encontraba en consigna en un colegio afectado a la campaña de vacunación local contra el COVID-19.

Una vez envuelto en llamas, el móvil policial fue empujado hasta la intersección de calles Alem y Frías, esquina de la Comisaría, que también fue repelido con balas de goma.

Al mismo tiempo otros grupos se dirigieron a los domicilios particulares de dos agentes fiscales y del juez de Paz local, y rompieron puertas y vidrios en esos lugares, por lo que a la ciudad debieron arribar Grupos de Infantería y GAD para sofocar la situación.

Una vez repuesta la calma, se constataron daños en el interior de la Comisaría de Rojas y personal policial presenta lesiones por golpes de piedras: de la refriega se detuvo a cinco personas mayores de edad y a cuatro menores, quienes fueron notificados y ya recuperaron su libertad.

Es importante destacar que Úrsula denunció a su ex no sólo en la Policía, sino también desde sus redes sociales e incluso a través de mensajes de WhatsApp a sus amigas: sus gritos de auxilio jamás fueron escuchados con la debida seriedad que un caso de violencia de género y presunto abuso sexual requiere, y el final terminó siendo una lamentable crónica anunciada. (ANDigital)

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