miércoles 24 de abril de 2024 - Edición Nº3686

Policiales y Judiciales | 16 abr 2021

Increíble

Tenía pedido de captura, le disparó a su primo y lo mató: Estaba en su casa y armado

El hecho ocurrió en Rafael Castillo. Al agresor se le habría escapado el disparo, y ahora está prófugo pero por dos hechos. Estaba involucrado en el asalto al panadero justiciero de la misma localidad matancera.


LA MATANZA-BUENOS AIRES (ANDigital) Un brutal hecho delictivo ocurrió en la localidad de Rafael Castillo donde un muchacho de apenas 17 años de edad murió tras recibir un disparo en la cabeza que le propinó su primo, un joven que estaba en su casa pero que se encontraba prófugo de la Justicia y evidentemente armado.

Todo sucedió el pasado lunes 22 de marzo cuando Joel Vidovi –así se llamaba la víctima– acudió a la casa de su primo Matías Coria, alias “Altura”, previo a cenar y a los 10 minutos de haberse ido su familia recibió la lamentable noticia de que había recibido un disparo en la cabeza.

Inmediatamente fue trasladado al Hospital Paroissien, donde quedó internado en grave estado y al día siguiente trasladado al Hospital del Bicentenario, en Esteban Echeverría, donde finalmente murió un día después de haber ingresado.

El agresor desapareció rápidamente, junto con el arma homicida, al tiempo que el hermano de éste decidió baldear la escena del crimen –en la vereda de la casa del barrio 20 de Junio, de la mencionada localidad de La Matanza, zona oeste del Conurbano bonaerense–, y ni su padre ni hermano aducen saber dónde se encuentra.

De acuerdo a la denuncia de la familia de Joel tras el arribo de un móvil policial, y ante la ausencia de evidencias en el lugar y la falta de testigos oculares, anotaron el hecho como “intento de suicidio” y se retiraron sin más, aunque sostienen que su hijo no manipulaba armas: “No era como ellos”, remarcan.

La causa recayó en la UFI de Homicidios Dolosos del Departamento Judicial La Matanza, a cargo del fiscal Gastón Duplaá, quien la caratuló como “homicidio simple” y se basó en el relato de testigos que aseguraron que Coria dijo: “Me mandé una cagada, se me escapó un tiro”, mientras que otros recuerdan que manipulaba armas e incluso le apuntaba a sus amigos en un juego perverso.

Como si todo lo manifestado no fuera suficiente, el acusado es uno de los prófugos por el hecho delictivo que sufriera un comerciante en la misma localidad de Rafael Castillo, pero a principios de octubre del año pasado, conocido como “el panadero justiciero”.

En esa oportunidad un grupo de delincuentes abordó al comerciante al subir a su camioneta pick-up y, en un confuso episodio, aquel le quitó el arma a uno de ellos, mató a un malviviente, redujo a otro y al menos tres escaparon: uno era Coria, a quien la policía nunca halló pero se encontraba plácidamente en su casa y armado. (ANDigital)

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