jueves 25 de abril de 2024 - Edición Nº3687

Política | 11 jul 2012

Opinión

Queman las brasas del Argentinazo

Huelgas docentes, obreros y chacareros en las rutas. En Catamarca: derrota aplastante del kirchnerismo y gran triunfo del voto bronca. Crece la lucha y la oposición a la política oficialista que descarga la crisis sobre el pueblo.


Por Ricardo Fierro (*)
Especial para ANDigital

Catamarca: el voto bronca gran ganador

El gobierno kirchnerista sufrió una dura derrota en las elecciones de Catamarca. Los Kirchner “nacionalizaron” la elección provincial y pagan su fracaso. Viajó Cristina y cerró la campaña electoral Néstor Kirchner.

La “estrategia” electoral oficialista fue unificar al PJ aliándose con Luis Barrionuevo y Ramón Saadi. El falso progresismo kirchnerista quedó al desnudo con sus alianzas en Catamarca, al igual que el enorme deterioro del gobierno.

La primera fuerza en las elecciones de Catamarca fue la abstención, el voto en blanco y nulo: 103.877 personas, frente a 62.610 del Frente Cívico y Social y 48.285 de la Alianza Frente para la Victoria. El voto bronca fue el gran ganador.


Tarifazos y mentiras K

Siguen los tarifazos. En la semana que pasó el agua en la provincia de Buenos Aires aumentó hasta un 549%.

Los tarifazos van unidos a impuestazos que “engordan” la caja K, que después desparrama $ 500 millones para comprar votos en Catamarca.

La mentira K no resiste los hechos. Cristina Kirchner, en un año, manejó sin control del Congreso, $ 41.500 millones. Un solo “decreto de necesidad y urgencia” decidió el destino de $ 36.727 millones, (La Nación, 8/8). Esos fondos no van al pueblo. El gobierno no manda las partidas para programas esenciales. Así sucede con el 20% de los fondos de la Secretaría de la Niñez, el 23% del Programa de la Atención de la Madre y el Niño, el 25% de Lucha contra el Sida, el 56% de Atención primaria de la Salud, el 60% de Prevención y Control de Enfermedades y Riesgos, y el 82% de Sanidad Escolar. Además, los fondos de esos programas son menores que los asignados el año pasado, si se considera la inflación.

El gasto grande del gobierno, y sin control, es el pago de la deuda pública fraudulenta, usuraria y odiosa, la borocotización de la política y los negocios de los “amigos K”.

En medio de esta fenomenal crisis económica mundial, donde nadie paga un peso, el gobierno negocia con los bonistas que no entraron en el canje de deuda a través de los bancos Barclays, Citi, UBS, Deutsche, Fidelity y Gramercy, entre otros. No hace como Chávez que expropió la planta de Sidor a Techint, y le expropió también una planta a Cargill; mientras que CK mantiene “cajoneada” la denuncia de estafa al Estado de las cerealeras (con Cargill a la cabeza) por miles de millones de pesos.

La bancarrota de Bank of América, Citibank, AIG, General Motors (que ya anunció el despido de 47 mil obreros) y Chrysler, mantiene a Estados Unidos en vilo. La caída de cualquiera de esos monopolios gigantescos, va a provocar una nueva ola del tsunami de la crisis. El auxilio a esos grupos, –que muchos creen que es hacerle respiración artificial a un cadáver– son cientos de miles de millones de dólares, y los créditos incobrables de los bancos suman billones de dólares, y nadie sabe si el dólar lo resistirá.


El ejemplo de Armstrong

Con esta política K la crisis la está pagando el pueblo; no hay otro camino que enfrentarla y derrotarla. Nuevamente dieron el ejemplo los trabajadores metalúrgicos de Armstrong, que unidos a los chacareros y al pueblo volvieron a la ruta. El mismo camino que recorren los trabajadores de Massuh, de varios frigoríficos y otros sectores en lucha, que confluyen con los desocupados y jubilados en una gran jornada el 17. Sigue la lucha salarial de los docentes en 7 provincias; los rionegrinos con cortes de ruta. Mientras, la dirección de Ctera da la espalda, negándose a nacionalizar el combate.

En el campo sigue la bronca. En Entre Ríos una asamblea en la boca del Túnel Subfluvial manifestó su oposición a la firma de acuerdos de la Mesa de Enlace con el gobierno, reclaman explicaciones y un plan de lucha. Todas las filiales de la FAA entrerriana manifestaron esa posición. También hay bronca en Santa Fe; en el sur de esa provincia marchan a asambleas en Firmat y otras localidades, con conferencias de prensa para dar a conocer las opiniones de los chacareros. Y la misma bronca expresan los autoconvocados de Buenos Aires, y las organizaciones de base de varias organizaciones.

Las retenciones al agro, van íntegras al pago de la deuda, como volvió a confesar Néstor Kirchner. Pagar deudas fraudulentas a los usureros, pagar deudas odiosas de la dictadura, a costa de la quiebra de decenas de miles de pequeñas y medianas chacras, y de los pueblos y las economías regionales, desnuda la esencia entreguista y antipopular del kirchnerismo. Por eso resurge, en las asambleas, el reclamo de la segmentación y coparticipación de las retenciones, y una política que atienda a la situación de los campesinos pobres y medios, los pueblos originarios y las economías regionales.


El “modelo K” hace agua

Kirchner le habría dicho a Scioli: “Lo nuestro está terminado. No hay 2011 ni para Cristina ni para mí. Queremos que pienses en ser el candidato. Te vamos a ayudar con todo. Esto sí, tenemos que ganar la provincia porque si no estamos perdidos”, (La Nación, 9/3). Y lo mismo le habría dicho a Reutemann en diciembre pasado, después Reutemann pegó el portazo.

La prueba de que es así está en Catamarca. De 80.733 votos que logró Cristina Kirchner en las elecciones pasadas de 2007, ahora, propios, apenas le queda la cuarta parte de aquél resultado: hoy tiene menos del 10% del padrón.

Los Kirchner sólo pueden llegar a los actos en helicóptero; adónde van hay manifestaciones opositoras. En la fiesta de la Vendimia, CK tuvo que limitarse a asistir a la cena con los bodegueros, y pegar el faltazo a la fiesta popular, en la que el gobernador K, Celso Jaque, fue recibido con una chiflatina ensordecedora.

Las actividades realizadas en todo el país, el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora, anticipan la combatividad que crece en el seno del pueblo. Otro tanto ocurre con el movimiento contra los tarifazos.

Por otra parte, se agudizan las peleas entre los de arriba. Pulsean el gobierno, Clarín y Telefónica por la ley de radiodifusión: Kirchner quiere quedarse con un canal de TV de aire, y los otros con el negocio del “triple play”. La disputa del gobierno con Techint es por la indemnización que quieren cobrar los Rocca por la expropiación de Sidor, y que Chávez denuncia que es deuda de Techint con los obreros.

Brasil y China –los dos “socios” con los que CK decía que el país estaba “desacoplado” de la crisis–, presionan para que la Argentina permita el ingreso masivo de productos a precio de “dumping” (práctica comercial de vender a precios inferiores al costo, para adueñarse del mercado).

El comercio con los dos países ya es deficitario para la Argentina. La relación comercial con China tuvo un superávit a favor de la Argentina de 1.800 millones de dólares en 2003 y llegó a déficit de 700 millones de dólares en 2008. El “modelo K” hace agua por todos los costados.


La lección catamarqueña

La crisis económica sacude al país, con sus terribles consecuencias sociales y acelera el desgaste político del gobierno. El kirchnerismo pega manotazos de ahogado, como en Catamarca, buscando zafar de una derrota electoral en octubre. Sus opositores en el bloque dominante, buscan una “transición ordenada”, por el camino electoral, concientes del polvorín de bronca popular que se acumula, amenazando la gobernabilidad del sistema.

Pero sectores crecientes de las masas obreras, campesinas y populares ven que no llegan a las elecciones de octubre. Decenas de miles de nuevos hambreados y despedidos se suman al ejército de pobres e indigentes de las grandes ciudades. Más fábricas cierran. Se empobrecen las capas medias urbanas. Las localidades de las provincias siguen acorraladas por la política kirchnerista. Con la miseria crecen la droga y la delincuencia, a la que la derecha quiere “aplastar” con el “gatillo fácil” y la “mano dura” de los mismos que crean “zonas liberadas”, tarifan la libertad de las bandas, y negocian con ellas como punteros políticos.

Hay que atender a la lección de Catamarca, en donde la suma de no votantes, votos en blanco y nulos fue casi igual a la suma de las dos fuerzas del sistema en pugna, el Frente Cívico y Social y el “PJ unificado”. Solo el pánico que les provoca a los de arriba esta realidad, explica que ningún medio nacional publicó esos datos, ni tampoco hizo una evaluación seria de los mismos.

Las brasas del Argentinazo arden en la confluencia obrero-campesina-popular, en las rutas y huelgas, y también en el voto bronca catamarqueño. Rebrota la lucha agraria. Los de arriba y su gobierno K se emperran en descargar la crisis sobre los trabajadores y el pueblo. Los de abajo profundizan su camino, el que vienen recorriendo para imponer un gobierno de unidad popular, patriótico y democrático, que barra con el poder oligárquico imperialista, y cargue la crisis sobre los que detentaron ese poder, para resolver pan, trabajo, tierra, salud, educación, libertad y una verdadera independencia nacional.


(*) Columnista de ANDigital y del semanario Hoy del PCR.

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