Vanidad y pobreza, todo en una pieza

...reparte todos sus bienes antes de partir para Asia. ¿Y qué guardas para ti mismo?, le pregunta Pérdicas: ¡Guardo la esperanza!, respondió Alejandro de Macedonia (356 y 323 a.C.)

Vanina vaninatis. Fatuos y engreídos, los miembros de Cambiemos miran por arriba del hombro al número creciente de menesterosos, sin responder a las preguntas que se les realizan. Días pasados el presidente pasó un difícil momento en Salta. Al ser preguntado: ¿Por qué no cumplió todo lo que prometió? Muy molesto, éste respondió: “No es así, lo que pasa es que leíste mal”, y se escabulló evitando responder todas las preguntas realizadas. El refrán que encabeza y titula esta nota, no hace más que poner de manifiesto la gran pobreza espiritual que los afecta. Ciertamente, como pavos reales muestran como única base de sustento el poder que detentan, la selecta clase alta, y los que pretenden pertenecer y los dineros del Estado que malgastan.

La realidad. Se empeñan en querer mostrarnos que éste es el único camino para crecer. Una receta que moría a principio de los años 30 y que tozudamente se empeñan en restaurar, el lema “70 años de retroceso y la inflación que no sería un tema de este Gobierno”. Insisten en ocultar que durante ese lapso nuestra Argentina discretamente se industrializó; siendo ese sí, el verdadero camino de crecimiento y progreso, y lo demás por añadidura.

Educación y cultura. Las escuelas del Estado fueron una herramienta de múltiples efectos en la sociedad, no solamente el aprendizaje que era de primera, sino la integración de todos los ciudadanos. El hijo del trabajador tanto como el de alguien que estaba mejor económica y social, eran nivelados por aquella coraza almidonada; nos educaba en los valores nacionales, estimulaba el sentimiento patrio. Los hijos de todos accedían al secundario y a la Universidad. Ésta produjo profesionales de nivel internacional y premios Nobel. Agradezcamos el “haber caído en la escuela pública”. ¿Qué personas destacadas nos dio la educación privada? Si vamos por los individuos que están en el gobierno, aceptemos que nos dan vergüenza. Es más, apenas son mentirosos seriales, que impulsan un odio de clase hasta ahora nunca igualado. No dan muestra de cultura ni de buena educación, sino más bien una chabacanería top. Zafios, desubicados en el nivel diplomático que producen bochorno, capaces-como lo han demostrado- de entregar la riquezas del país a cambio de negocios personales. Ya lo han demostrado con las autopistas, el paseo del Bajo, los parques eólicos o las energéticas. Solo dejarán “tierra arrasada”. Esa será la verdadera “pesada herencia”.

División de Poderes. Violando ese principio, no han cesado con las interferencias y presiones sobre el Poder Judicial, tanto el Federal como el Bonaerense. La asociación ilícita Carlos Stornelli – Marcelo D’Alessio y otros dan una acabada muestra de los alcances de colonización de esos poderes confesado por Gustavo Arribas (titular de la AFI). El poder mediático asociado con los grupos económicos concentrados no dejan de presionar, pero el cada vez más vacío bolsillo del ciudadano le recuerda a éste, los cercanos tiempos en que había trabajo, comida, posibilidad de estudiar, crecer económicamente, comprar o mejorar una vivienda modesta, salir de vacaciones. Aldo Ferrer señaló que el desendeudamiento y el mercado interno activo alcanzaron una etapa satisfactoria, pero que había llegado el momento de realizar modificaciones de sintonía fina.

Campaña de mentiras. El efecto logrado fue estimular un odio de clase y promesas de mejoras que nunca se cumplieron (no vas a perder nada de lo que tienes), sin embargo todo cambió cuando el “mejor equipo” llegó al poder. Todo está peor: endeudados, hambre, PYMES que agonizan, odio. Todo ruinas. Aún queda la esperanza.

No equivocarse al votar y no olvidar que lo de Cambiemos no abandonen el país, que paguen con su patrimonio y la cárcel. Mucho daño han hecho en el poco tiempo que estuvieron.-