viernes 19 de abril de 2024 - Edición Nº3681

Política | 10 ago 2019

Opinión

Ante el “Plan Kissinger”, llegó el momento de decidir... (Parte II)

Tras cuatro años de columnas semanales fuertemente críticas hacia Cambiemos, el autor realiza otro sintético repaso con llamado de atención hacia el advenimiento de las PASO.


“Cuando odiamos a una persona, odiamos en su imagen algo que llevamos en nosotros mismos, Lo que no está también en nosotros mismos, nos deja indiferentes. No puedes huir de ti mismo”.
Hermann Hess, escritor alemán (1877-1962)

No es lo mismo que en el 2015. La situación es distinta, precisamente peor. Fuentes de trabajo destruidas, desocupación, inflación galopante y como nunca el hambre en el país de la comida. Sí ciudadano, aunque Ud. sea partidario de Cambiemos, esa es la realidad. Los manotazos de ahogado abundan en el último año de gobierno. No saben qué hacer. Un país que no produce no vive. Es el fracaso. Reducir la producción a materias primas, a cereales, a reses y timba financiera, cuando hay capacidad para el valor agregado, es un crimen de lesa patria. 

Lágrimas de cocodrilo. No cabe duda que las manifestaciones masivas provocan emociones. Pero pretender que tales emociones conmueven lágrimas en quienes hoy están a cargo de la conducción del Estado, es al menos dudoso. Con los antecedentes del odio manifiesto hacia las clases medias y bajas no es posible creer en esas lágrimas de cocodrilo. Cuando han esgrimido hasta el cansancio que los pobres no acceden a la Universidad, niegan una realidad incontrastable. Un servidor nieto e hijo de laburantes, tuvo la suerte y el placer de compartir angustias y desvelos durante su carrera universitaria. Mantenerse durante 50 días o más comiendo arroz, hinojos y zanahorias gracias a la generosidad del vecino verdulero, esperando el giro que no llegaba era algo corriente. Fui testigo de eso. Cuarenta años más tarde esos “pobres” son profesionales y ejercen su profesión con capacidad y dignidad. Marieugenia, actual gobernadora de Buenos Aires, emisora de esas palabras, no recuerda que fue concebida como el resto de los mortales, y que echará el mismo olor cuando deje la vida: a podrido, tal como su pensamiento. 

El fatuo placer de creerse superior. Es común ver que muchos se creen superiores por su origen o por su supuesta capacitación; el infantil y erróneo concepto, de que una promoción, o un ascenso de status, o una recompensa, los hará invulnerables e infalibles, es algo corrientemente inentendible y es fuente de muchas frustraciones”. Los dirigentes de Cambiemos padecen de éste mal.

Incertidumbre. Podríamos definirla como la falta de seguridad o certeza sobre algo, especialmente cuando crea inquietud. En la actual situación sociopolítica y económica, provoca ese estado de no saber qué es lo que va a suceder en los tiempos por venir. La calma artificial del dólar es la que precede a una tempestad. Nosotros porque vemos peligrar el salario (o lo que queda debido a la inflación); sentir la amenaza latente de perder nuestros ingresos por un despido. Así con las variantes de cada caso en particular. La situación no es buena y todos los indicadores económicos señalan un progresivo empeoramiento. Por lo tanto nos vamos aproximando a tres de los jinetes del apocalipsis: al hambre (presente el país de la comida), a la peste (en todas sus manifestaciones: sífilis, HIV, tuberculosis etc, también presentes) y a la muerte. Alegorías por demás claras a lo que nos han conducido Cambiemos. ¿Mauri, que no aparece en la campaña? ¿Dónde se esconde? ¿Por qué lo niegan?

Disyuntiva. La situación es clara y como tal un punto de inflexión en nuestra vida. Profundizar los padecimientos llegando a la quasi esclavitud o ser ciudadanos que gocen de derechos y obligaciones. Ud. tiene el voto ciudadano. No se llame a engaño. Patria o colonia, esa es la cuestión.-

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