miércoles 09 de octubre de 2024 - Edición Nº3854

Interés general | 22 feb 2022

Efectos colaterales

Advierten sobre afección en diversos órganos del cuerpo en la etapa pos COVID-19

Lo hizo la Federación Argentina de Cardiología. Quienes la padecieron de forma grave tienen tendencia a padecer complicaciones, pero también en asintomáticos. Los detalles.


CIUDAD DE BUENOS AIRES (ANDigital) Desde que comenzó la pandemia de COVID-19 se vienen desarrollando diferentes estudios en la población para conocer los efectos a mediano y largo plazo que produce el virus en el organismo, y desde la Federación Argentina de Cardiología (FAC) se informó sobre las complicaciones que pueden presentar aquellas personas, aunque hubieran presentado una infección por SARS-CoV-2 con un curso leve o moderado.

“Estamos observando en los consultorios, y la evidencia científica de las últimas publicaciones también lo sostiene, que los efectos de la infección por COVID-19 pueden extenderse en algunos pacientes más allá de los tres meses de haber tenido la enfermedad”, remarcó el Dr. Eduardo Perna, presidente de la FAC.

El profesional agregó que “si bien las complicaciones son más frecuentes en quienes cursaron una forma más grave de la enfermedad, pueden incluso presentarse en aquellos con formas más leves o que no fueron hospitalizados”.

Recientemente se publicó un estudio en el European Heart Journal realizado en pacientes que ya tenían nueve meses de recuperación de cuadros leves a moderados de coronavirus. Se pudo observar que la afección a los órganos, como corazón, riñón, pulmón y el sistema vascular, continúa presente después de la fase aguda de la enfermedad, condiciones que se describen como post COVID-19 y, de acuerdo a la definición de la OMS, si los síntomas continúan más de tres meses, como “COVID prolongado”.

La evidencia muestra que luego del curso de la infección existe un incremento del riesgo de accidente cerebrovascular, arritmias, inflamación del corazón como pericarditis o miocarditis, infarto de miocardio, insuficiencia cardíaca y trombosis.

En particular en este estudio, en la población que presentaba cuadros leves a moderados de infección por SARS-CoV-2 se observó una pequeña reducción del 1 al 2 % de la fracción de eyección del ventrículo izquierdo, así como la elevación de marcadores de daño miocárdico, lo que ha demostrado a largo plazo aumentar la mortalidad en la población general.

Entre otros órganos afectados, también se demostró el compromiso pulmonar a través del incremento de la resistencia de las vías aéreas y la disminución del volumen pulmonar.

A su vez, la revista Nature demostró que las mujeres sufrían con más frecuencia COVID prolongado, fundamentalmente entre los 50 a 60 años de edad, y que esto puede estar relacionado al efecto de las hormonas sexuales y su actividad inmunomoduladora.

Las mujeres tienen respuestas inmunológicas, tanto innatas como adquiridas, más fuertes que los hombres, y tanto los genes como las hormonas estarían involucrados en esta diferencia.

A su vez, con este síndrome, las mujeres presentan diferencias en la frecuencia cardíaca en respuesta al esfuerzo físico, con más síntomas y menor tolerancia al ejercicio, lo que sin duda afecta su calidad de vida.

Es de resaltar que las últimas publicaciones que evaluaron el impacto del COVID prolongado se realizaron fundamentalmente en poblaciones que no habían completado el esquema de vacunación. En ese sentido, la vacunación colabora en la reducción del número de infectados que necesitan hospitalización y también ayuda a disminuir el riesgo a largo plazo de las secuelas post-COVID-19.

“Teniendo en cuenta el compromiso de múltiples órganos, la FAC recomienda que los pacientes que tuvieron COVID-19 consulten a su médico de cabecera y completen la evaluación cardiovascular para retomar sus habituales prácticas deportivas y evitar complicaciones posteriores. En la misma línea se debe completar el esquema de vacunación, que también contribuye a reducir los efectos adversos de la infección”, señaló Mildren del Sueldo, directora de Mujeres en Rojo Argentina y Secretaria de Docencia de FAC.

Si bien existe alguna posibilidad de complicaciones con la administración de las vacunas actualmente en uso, el balance riesgo/beneficio de las mismas se mantiene favorable, considerando la alta eficacia de las mismas en prevenir hospitalizaciones y muertes por COVID-19 y la baja frecuencia de aparición de estos cuadros, de curso generalmente benigno. (ANDigital)

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