viernes 26 de julio de 2024 - Edición Nº3779

Policiales y Judiciales | 3 feb 2024

Fue un anticipo de ANDigital

La historia completa del despiadado criminal liberado tras secuestrar, violar y asesinar a dos hermanitos

Tras pasar 35 años preso, este viernes salió de la cárcel de Gorina Víctor Luis Reinaga. Después de Robledo Puch, es quien más tiempo estuvo tras las rejas. Sus víctimas tendrían hoy 47 y 40 años.


Víctor Luis Reinaga, de 59 años de edad, salió este viernes de la Unidad Penal Nº 12 de Gorina, en el partido de La Plata: se trata de un despiadado criminal que cumplió 35 años tras las rejas y a quien solo supera en estancia penitenciaria Carlos Eduardo “El Ángel” Robledo Puch.

La noticia sobre su excarcelación fue confirmada este viernes por altas fuentes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB): “Reinaga culminó con el cumplimiento de su condena y este mediodía abandonó la unidad penal”, ratificó un vocero en la jornada de este viernes.

Este peligroso sujeto fue detenido cuando tenía 24 años de edad, por lo que en su vida pasó más tiempo preso que en libertad. Se desconoce cómo seguirá su vida.

Fue acusado y condenado por “privación ilegal de la libertad de dos víctimas, violación perpetrada contra una menor de 12 años bajo el empleo de la fuerza seguido de homicidio calificado (dos hechos) con el fin de lograr impunidad”, de acuerdo a lo que se lee en uno de los apartados del legajo judicial de Reinaga que obra en el expediente al que dio vista ANDigital.

Los hechos

No hay detalles en internet sobre los brutales crímenes perpetrados por Reinaga, y es por ello que ANDigital decidió acudir al archivo y tras una intensa búsqueda halló los crímenes por los que fue condenado.

El 27 de noviembre del año 1988 dos hermanos de 12 y de 5 años fueron secuestrados por dos cartoneros en González Catán, partido de La Matanza. Los menores fueron identificados como Lorena Alejandra (12) y Claudio Andrés Córdoba (5), quienes vivían en el barrio Independencia, una zona marginal de la mencionada localidad.

Las circunstancias del secuestro fueron aclaradas: ambos habían ido hasta un almacén para hacer un mandado y jamás regresaron, los habían visto cerca de las 18 horas. Dos cartoneros los engañaron y los hicieron subir a sus carros.

Los padres de los niños hicieron la denuncia por “averiguación de paradero”, en la mañana del 28 de noviembre, y ese mismo día trabajadores de vialidad hallaron los cuerpos de los hermanitos a la vera de Ruta Nacional 101, a metros de la calle Merina, en el municipio de Merlo.

Las autopsias revelaron que ambos habían sufrido fracturas en diferentes partes de sus cuerpos, también se acreditó que fueron asesinados a tiros luego de ser abusados.

Luego de una semana sin detenidos la Policía Bonaerense informó que ambos implicados en el hecho habían sido arrestados: Se trababa de dos marginales, a quienes identificaron como Carlos Redondo (27) y el mencionado Victor Luis Reinaga (24).

“Engañaron a sus víctimas, las sometieron y, luego de ultrajarlos, los asesinaron a tiros”, contó en ese entonces un vocero de la Unidad Regional de Morón, abocada a la investigación.

El juez del caso fue Néstor Martínez quien, junto al oficial Roberto Massey, detalló que encontraron elementos claves para detener a los responsables; entre los objetos incautados que recuperó una boina de Reinaga, ropa interior de una de las víctimas y una botella rota.

Redondo y Reinaga fueron arrestados en Villa Dorrego, específicamente en el barrio Independencia, muy cerca del lugar desde el cual se llevaron a los hermanitos.

El relato de los testigos, y la confesión de Reinaga, fueron claves para cerrar el círculo y esclarecer el suceso.

De hecho, los vecinos habían visto a los nenes cuando se subían carro y los mismos frentistas precisaron que los menores estuvieron mendigando en una panadería conocida como “La Estrella”, en ese entonces ubicada en la calle Cobo al 5900.

Con el pretexto de “ir a dar una vuelta” se llevaron a los niños hasta un descampado en donde perpetraron los aberrantes hechos.

En el expediente se remarca una importante revelación, el móvil de los asesinatos: “La niña de 12 años reconoció a Redondo, sabía que se trataba del hijo de un hombre con pésima reputación, ese era un marginal conocido como ‘Mario’”, se puede leer. El arresto de los asesinos estuvo a cargo del entonces subcomisario de Morón Domingo Campisi.

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