Policiales y Judiciales | 27 abr 2024
Tremendo
Tras ser detenida, la acompañante terapéutica confesó el crimen de la jubilada: “Me tenía cansada”
El hecho ocurrió en noviembre de 2022, pero fue esclarecido ahora. Un teléfono celular robado y el uso de tarjetas de crédito pos morten, los datos clave. Pase y vea.
Una mujer de 84 años de edad fue asesinada en su domicilio del barrio porteño de Monserrat en noviembre de 2022 y el hecho logró ser esclarecido por los agentes de la División Homicidios de la Policía Federal Argentina en las últimas horas, cuando detuvieron a su acompañante terapéutica, una mujer de 52 años quien vivía a escasas cuadras de su víctima.
Al ser detenida, la asesina confesó todo: “La maté porque la señora me tenía cansada”, le dijo a los agentes que la detuvieron, y hasta contó cómo lo hizo, al tomar un trozo de mármol que había en la vivienda y golpearla en la cabeza y el pecho hasta quitarle la vida; luego robó una alianza, un teléfono celular y las tarjetas de la octogenaria, huyó y tiró el arma homicida en un container a unas diez cuadras de allí.
“Allí” es la avenida Belgrano al 1600, en la Ciudad de Buenos Aires, donde residía Perla Iris García Murt, la jubilada de 84 años quien requería de ayuda para realizar los mandados y ser acompañadas a cada visita médica que realizaba.
Tras exhaustivas pesquisas coordinadas por el Ministerio de Seguridad, los agentes de la Policía Federal, en coordinación con la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 49, a cargo de María Paula Assaro, descubrieron que la acompañante terapéutica de la anciana resultó ser la asesina y fue capturada este viernes en su vivienda, ubicada en la calle Estados Unidos al 1400, a muy pocas cuadras del lugar del crimen.
La investigación inició cuando la encargada del edificio donde vivía la víctima dio aviso a la administradora ya que una vecina no respondía los llamados desde hacía tres días, y desde su departamento se desprendía un fuerte olor nauseabundo.
Efectivos de la Policía de la Ciudad arribaron al lugar y constataron que la puerta estaba sin llave y que en el interior de la cocina se hallaba el cuerpo sin vida de la víctima, con gran cantidad de sangre en el piso y en estado de putrefacción, y posteriormente se confirmó que tenía varios golpes en la cabeza y en el pecho, efectuados con un objeto contundente.
También se determinó que la puerta de ingreso al departamento no presentaba signos de violencia y que el dormitorio de la víctima se hallaba desordenado, aunque no se constató el faltante de bienes en ese momento, ya que la mujer vivía sola.
La fiscal Assaro trasladó la investigación a la PFA y, con la colaboración de la Sección Unidad de Perfil Criminal de la Superintendencia de Investigaciones Federales, los federales establecieron que de la vivienda de la anciana faltaba su teléfono celular e incluso observaron consumos en sus tarjetas de débito y crédito luego de la fecha del crimen, y en comercios ubicados en cercanías.
Con el análisis de todos estos indicios los detectives determinaron que el hecho habría sido perpetrado por una persona allegada a la víctima, con conocimiento de su rutina y facilidad para ingresar a su domicilio, todo lo que hacía recaer las sospechas en su acompañante terapéutica, que además residía a escasas cuadras del lugar del asesinato.
Con las pruebas obtenidas, el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 22, a cargo de Guillermo Rongo, ordenó el allanamiento del hogar de la involucrada y durante el operativo fue detenida esta mujer quien, durante la lectura de sus derechos, confesó espontáneamente frente a los testigos haber sido la autora material del crimen ya que “la señora me tenía cansada”.
Durante la requisa a su vivienda se secuestraron dos teléfonos celulares, un anillo de oro con el nombre “Perla” grabado en su interior, dos manojos de llaves y demás elementos de interés para la causa.