Espectáculos | 31 may 2024
Teatro
Siempre vigente: “Un guapo del 900” vuelve al Cervantes
En versión de Roberto ‘Tito’ Cossa, el clásico de Samuel Eichelbaum se presentará del 6 de junio al 11 de agosto en la Sala María Guerrero del tablado de calle Libertad 815.
El clásico de Samuel Eichelbaum, Un guapo del 900, se presentará desde el 6 de junio con adaptación de Roberto ‘Tito’ Cossa y dirección de Jorge Graciosi en el Teatro Nacional Cervantes, de jueves a domingo a las 20 horas.
Las funciones serán en la sala María Guerrero hasta el 11 de agosto, con Juan Manuel Correa, Patricia Durán, Gabriel Fernández, Celeste García Satur, Darío Levy, Miguel Sorrentino y Carla ‘Char’ Vianello como música en escena.
La puesta tiene coreografía de Mecha Fernández; música original y dirección musical de Mariano Cossa; iluminación de Horacio Novelle, vestuario de María Armentano y escenografía de Alejandro Mateo. Las entradas tiene un precio popular de $ 6.000 y hay descuento a jubilados y estudiantes.
“Quiero resaltar el paso adelante del Teatro Nacional Cervantes programando un clásico argentino de Samuel Eichelbaum, con adaptación de Roberto Cossa. Considero que es un ejemplo a imitar en todos los espacios oficiales del país”, enfatiza Graciosi.
Y resalta: “Un guapo del 900 transcurre en Buenos Aires en aquel 1900… en tiempos electorales y corruptos, como se acostumbraba, todo esto atravesado por esa grieta sociopolítica de los argentinos”.
“Esa grieta que ya se vislumbraba en 1810 con ‘saavedristas y morenistas’, que siguió luego con ‘unitarios y federales’, y se desarrolló a lo largo de nuestra historia con muchas versiones, salpicando de sangre nuestro territorio con fusilamientos, bombardeos y desapariciones forzadas. Esta grieta que aún convive con nosotros”, acota.
Luego desarrolla: “Ecuménico López, nuestro gran personaje, nuestro Guapo, su dimensión heroica y su grandeza pasan por el reconocimiento de la culpa. El destino y la historia lo ubican en otra grieta, ‘radicales y conservadores’: para todo ciudadano nacido por fuera de la oligarquía o de las clases acomodadas, las únicas posibilidades de subsistencia eran el trabajo esclavo o la servidumbre a personajes políticos”.
“Ecuménico nació en medio de todas las tormentas políticas y sociales, vivió su vida con muchas carencias, tal vez todas, pero tocado por una varita mágica que lo dotó de una gran cualidad: la lealtad. Esa lealtad tantas veces ausente y sin embargo, tan necesaria en la vida. Hoy hablamos de la lealtad”, completa Graciosi.