El primer cuatrimestre de la era Milei cerró con casi 100 mil puestos de empleo perdidos

Los números de la denominada economía real empiezan a ser cada vez más preocupantes con la continuidad e incluso profundización de los ajustes que la administración de Javier Milei imprime en cada área, y el del empleo es catastrófico ya que tras el primer trimestre de este 2024 –al que debe sumársele los 22 días de diciembre que el Presidente gestionó– se perdieron 94.063 puestos de trabajo en todo el país.

A este brutal número arribaron los analistas del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) tras concluir los datos de marzo, mes en el que se perdieron 23.012 puestos de empleo, siempre hablando del sector privado.

En el dato de marzo incide claramente la recesión vivida durante ese mes, cuando la actividad económica se derrumbó un 8,4 % interanual.

Esto es producto de la recesión: en marzo de 2024 la actividad económica alcanzó un derrumbe de -8,4% interanual. Los indicadores de abril y mayo anticipan nuevas caídas de puestos de trabajo. pic.twitter.com/Y7jQMX3SLp

— Centro CEPA (@ctroCEPA) June 10, 2024

En el desagregado de esa catástrofe que implica perder el trabajo, el sector de la construcción encabezó el tema rubros (-10.251), seguido por la industria (-4.881) y más atrás por servicios comunitarios, sociales y personales (-1.640).

Repartidos geográficamente, en marzo apenas cuatro provincias aumentaron empleo: Misiones (+2.835), Neuquén (+800), Río Negro (+386) y Salta (+145), y entre las que perdieron las más perjudicadas fueron Buenos Aires (-7.220), la Ciudad de Buenos Aires (-2.776) y Córdoba (-2.738), a sabiendas de que desde noviembre de 2023 –mes en el que Javier Milei se impuso en el ballotage a Sergio Massa–, la caída en algunas provincias supera el 5 % de los puestos privados.

El último de los caóticos datos apunta al poder adquisitivo del salario, y presenta que continúan muy por debajo del poder de lo que se observaba en noviembre de 2023, que por caso era muy malo: un 9,5 % atrás en promedio.

Lastimosamente todos estos indicadores no vislumbran un panorama alentador para los meses venideros en el análisis, abril y mayo, en los que ya se anticipan nuevas caídas de puestos de trabajo y poder adquisitivo.