

La Sala VII de La Cámara del Crimen confirmó en las últimas horas el procesamiento del intendente de La Matanza, Fernando Espinoza, tras una denuncia por acoso sexual efectuada por su exsecretaria, Melody Rakauskas.
De este modo, se ratificó la decisión de la jueza María Galletti, quien había dictaminado un procesamiento por los delitos de abuso sexual simple y desobediencia.
Además, se habían impuesto como medidas preventivas una orden de prohibición de acercamiento y contacto hacia la víctima, con una distancia mínima de 500 metros durante todo el proceso penal; un embargo sobre los bienes personales de Espinoza hasta cubrir la suma de 1,5 millones de pesos y la libertad provisoria del intendente.
La decisión fue tomada por los jueces Juan Cicciaro y Rodolfo Pociello Argerich que coincidieron con la postura oficial del fiscal Mauricio Vieira, quien había determinado la confirmación del procesamiento.
La defensa de Espinoza, en tanto, pidió que se revoque el procesamiento y la Cámara también ratificó el embargo sobre los bienes del dirigente matancero. Así las cosas, el fallo pone a la causa en instancia de ser enviada a juicio público y oral.
En el memorial presentado por los abogados del jefe comunal, mencionaron que la denunciante presentó dos causas anteriores contra su madre, por maltratos, y contra su abuelo, por amenaza de muerte, y que en los dos casos exigió sendas indemnizaciones.
“Ambos denunciados fueron sobreseídos, incluso fue dispuesto un estudio interdisciplinario de salud mental respecto de la denunciante en 2023”, indica el escrito.
En el recurso de apelación de Espinoza se pone de relieve que la “denunciante mintió en la pericia psicológica”, cuando expresó “que jamás había vivido una situación de violencia doméstica” y que recién empezó a tomar medicación a partir del hecho denunciado contra el dirigente matancero y que “vivía gracias al amor y la contención de su familia, especialmente, de su abuelo”.
También mencionan que “la denunciante tuvo una actitud absolutamente extraña y anormal desde el día uno que se presentó en las oficinas de la Municipalidad de La Matanza grabando absolutamente todo desde su teléfono celular, hackeando y robándose más de 18 mil correos electrónicos pertenecientes al Municipio, hecho que ha corroborado la fiscalía, que encontró los 18 mil mails en su propia laptop”.
“A ello se suma lo afirmado recientemente por la denunciante en medios de comunicación, donde reconoció que nunca había sido secretaria y que se había acercado a su entonces pareja, Gustavo Cilia, para acercarse a la Municipalidad y llevarse la mayor cantidad de información de las computadoras de la Secretaría Privada, de la Municipalidad, de los empleados y del propio intendente”, se acota.
Finalmente, el Memorial ratifica que Espinoza “no cometió el hecho que se le imputa, porque ello es absolutamente falso (el hecho no existió), es una fabulación de una persona con trastornos psíquicos y delirios persecutorios, que ha mentido repetidamente en este expediente y en la denuncia falsa que le hizo a su madre y a su abuelo”.
“La credibilidad de la denunciante debe ser puesta seriamente en tela de juicio, toda vez que exhibió, desde el primer día, un comportamiento absolutamente extraño y/o patológico. Y ello se puede apreciar, también, en las grabaciones por ella misma aportadas, cuyas transcripciones ahora realizamos en el recurso de apelación y otras se agregaron con este memorial, donde se puede comprobar fehacientemente que en ningún momento existió el hecho”, completa.