A los gritos y portazos, se consumó la fractura del PRO

Lo que empezó con tiros por elevación, ahora ya es munición gruesa y hechos concretos, por lo que la ruptura del PRO es un hecho. Por un lado los macristas y, por otro, los bullrichistas.

Es que la Asamblea Nacional del partido amarillo, celebrada este jueves, resolvió desconocer acuerdos previos y dejó afuera del cuerpo institucional a la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, la principal promotora de la fusión irrestricta con La Libertad Avanza.

La decisión decantó en que los emisarios de la funcionaria nacional, con el diputado Damián Arabia a la cabeza, se vayan de la reunión a grito pelado y dando un portazo.

De acuerdo a lo reseñado por Infobae, el plenario que tuvo lugar en el Hotel Abasto, del homónimo barrio porteño, incluyó gritos, acusaciones y reproches entre la primera línea de conducción del partido. 

Vale mencionar que antes de que se rubrique esta fractura de hecho, Bullrich había difundido una carta en la que avisaba que en la alianza con Javier Milei no daría “marcha atrás” y que su intención es “contagiar al PRO”.

Cuando la mayoría macrista de la asamblea informó que se iba a postular para la conducción al diputado y exintendente de Pinamar, Martín Yeza, desconociendo que iba a ser alguien propuesto por Bullrich para ese cargo, llegó el escándalo.

Así, el ala bullrichista se retiró del lugar, haciendo rancho aparte en un bar cercano, donde esperaban a su líder. Al llegar, la ministra estuvo apenas unos minutos y uno de sus principales operadores resumió lo acontecido, con dardos hacia el macrismo: “Se quedaron con un partido chiquito”.

¡Felicitaciones @martinyeza por ser electo presidente de la asamblea!

Agradecemos a todos los dirigentes, militantes y asambleístas por su apoyo y participación activa en este proceso.

— PRO (@proargentina) July 4, 2024

Así las cosas, pese a que en ninguno de los bandos hablar de ruptura definitiva, las posturas parecen irreconciliables, mientras La Libertad Avanza se apresta a fagocitar a una parte considerable del partido amarillo.