

El director ejecutivo de la Asociación Argentina de Angus, Javier Martínez del Valle, se refirió a la situación de la ganadería en el 2024 y las expectativas de los próximos años en el sector.
“La ganadería vive en parte de las expectativas porque es una actividad de cuatro años de desarrollo para producir un bife”, graficó.
En este sentido, precisó que “se comienza en la genética, que se desarrolla para producir un reproductor que se va a vender, luego la cría, los terneros, el engorde y así continua el proceso. Como ganadero, necesitamos pensar a un futuro muy largo”.
“No es lo mismo que pasa en la agricultura, que en el mismo año tenés que entender las variables y sacás tu margen de rentabilidad” y por eso “las inversiones en el mundo de la ganadería son difíciles de planificar”, insistió el referente sectorial en declaraciones a la AM 950.
Acto seguido, evaluó que “se acomodó el escenario ganadero a partir del problema de la sequía, aunque todavía falta que se recupere. Esa cantidad es lo que esperamos que si creemos que la ganadería va a entrar en una etapa de crecimiento y con una mejora del poder adquisitivo de la gente; ese conjunto virtuoso haría que como ganaderos podramos realizar inversiones en los próximos años”.
“Eso hace que en la actividad de reproductores los precios estén bien y a buenos valores. No es porque se piensa en la actividad para hoy, sino por señales que deberían llevarte a un país mejor. Siempre vivimos con esperanza y nos desilusionamos, pero si no, no nos levantamos de la cama”, reflexionó Martínez del Valle.
En cuanto al consumo interno, precisó que “hay una gran sustitución histórica de carne vacuna por carne porcina y aviar. La carne vacuna ocupa un nicho diferente que el que ocupaba 20 años atrás”.
Así las cosas, puso de relieve que “Argentina tiene que ser un país que produzca carne eficientemente”.
“La carne ajusta por precio y no por cantidad. Se remarca que sube o baja el consumo de carne por una situación económico y en realidad las decisiones de producir esa carne llevan mucho tiempo”, puntualizó.
Finalmente, sobre las exportaciones, aclaró que “el gran problema es la ‘chinodependencia’. Somos el pais que más depende del mercado chino con el 80 % anclado en ese mercado. La baja de la rentabilidad china con el alto costo de insumos en Argentina ponen a la industria frigoríifico de desequilibrio, que entendemos que es transitorio”.