Rugbiers atacan a piñas y patadas a un joven en una fiesta en Zárate

Otra vez rugbiers oriundos de Zárate protagonizaron un ataque grupal contra un joven en una fiesta: lo derribaron al piso, le dieron patadas en la cabeza y el joven puede contarla de milagro.

El brutal episodio ocurrió en el Club Náutico Arsenal de Zarate, donde de hecho jugaban tres de los condenados por el crimen de Fernando Báez Sosa, y fue este sábado por la noche cuando se desarrollaba una fiesta por el Día del Amigo y los rugbiers descargaron su furia contra un joven de 19 años.

La víctima resultó con golpes en la cabeza y con cortes en los labios, por lo que debieron darle puntos de sutura en la Clínica del Carmen, del mencionado distrito del Conurbano bonaerense norte.

Testigos del hecho salvaron la vida del joven ya que de inmediato intercedieron y calmaron a los agresores para que no continuaran con el salvaje ataque.

Tras la denuncia del caso la Policía identificó a los agresores y entre ellos figura uno con antecedentes por hechos violentos, similares al ocurrido.

Al joven herido lo sometieron a estudios, entre ellos una tomografía computada, y por fortuna se confirmó que las lesiones sufridas no fueron graves.

El episodio trajo a la memoria el fatal caso de Fernando Báez Sosa, quien fuera atacado por rugbiers oriundos de Zárate el 18 de enero de 2020 a la salida del boliche Le Brique, en Villa Gesell.

Los directivos del club declararon que el principal atacante ya había sido expulsado de la institución por haber participado de una pelea en un boliche de esa ciudad, informó el portal local Diario La Voz. Además, aclararon que la fiesta no fue organizada por el Club Náutico Arsenal de Zárate, sino por dos boliches.

De acuerdo a lo mencionado por este medio, la madre de la víctima afirmó que “hoy me pudo haber tocado a mí ser la mamá de Fernando Báez Sosa. Hoy le tocó a mi hijo pasar una situación de violencia por personas que representan un deporte (rugby) y del cual ya vimos 4 años atrás la trágica muerte de Fernando”.

Y agregó: “Por suerte, hoy puedo decir que mi hijo no sufrió lesiones graves porque también hubo mucha gente a su alrededor que pudo frenar tal golpiza”.