viernes 07 de marzo de 2025 - Edición Nº4003

Espectáculos | 26 jul 2024

Teatro

Vuelve “Quieto”: imperdible joya escénica en Villa Crespo

Tras haber agotado las localidades en todas las funciones de su primera temporada, la obra de Florencia Naftulewicz se presentará desde el 9 de agosto los viernes y sábados -nuevamente- en el tablado del NÜN.


Luego de una primera temporada con localidades agotadas en todas sus funciones, vuelve Quieto a la cartelera de NÜN Teatro de Villa Crespo, con entradas ya a la venta vía Alternativa Teatral.

Será a partir del 9 de agosto, todos los viernes a las 21 horas y sábados a las 18 horas con Miguel Ángel Rodríguez y Manuela Amosa, con dirección de Francisco Lumerman.

“El texto lo escribí hace dos años, lo dejé reposar y volví luego de unos meses y ese tiempo que a veces pensamos que es tiempo muerto, es todo lo contrario. En este caso me sirvió para, ya reencontrada con el material, darle matices, profundidad, ponerle cuotas de sarcasmo”, reveló en ocasión del estreno la autora -y protagonista de la primera temporada- Florencia Naftulewicz.

En aquel diálogo con ANDigital, también elogió la sorprendente performance de Miguel Ángel Rodríguez en un rol inédito para él. “Como actor sigue buscando nuevos desafíos y la idea de convocarlo fue en conjunto con Karina Hernández, una de las referentes de NÜN. Surgió su nombre y ella, que es una topadora, lo contactó, le pasó el texto y sucedió que quiso hacerlo porque le gustó mucho el material. Él nunca había hecho teatro independiente, es un actor que todo el tiempo está buscando cosas nuevas, lo tomó como un desafío”.

Quieto es un padre en su sillón. Una hija que vuelve a rescatar a su padre de su cueva de recuerdos. Una acumulación de palabras no dichas que intentarán decir lo innombrable. Quieto es un encuentro. Nada quedará igual.

Renzo quedó viudo y se encerró en su casa sin querer ver a nadie. Julieta, su hija, decide instalarse un fin de semana en el departamento de su padre.

Quieto, es la historia de un padre y una hija que en su reencuentro descubrirán cuánto están dispuestos a hacer por el otro.

En el contexto de la obra, se condensa en el aire lo no dicho, lo espinoso… la chispa que puede hacer volar todo por los aires. En ese sentido, la dramaturga señaló el valor agregado de la “intimidad” que genera la estructura de la sala.

Se logra un nivel de intimidad único. Nos permite jugar un montón y generar niveles de tensión muy grandes. El público también logra recibirlo, desde lo que están observando; es casi un hecho físico, todo tan cerca... una acción en comunidad entre actores y público”, enfatizó la dramaturga.

Y sentenció: “La gente se siente identificada, no hay edad porque se ve desde la óptica del padre o desde la hija. Intentar hablar, mediar, pero colisionar. No hay buenos ni malos, sólo dos personas intentando vincularse y eso no lo podemos juzgar”.

El equipo artístico se completa con Rodrigo González Garillo (escenografía); Matías Sendón (iluminación); Paola Delgado (vestuario); Hernán Mazzaro y Leandro Aguirre (realización escenográfica); Karina Hernández (diseño gráfico); Irish Suárez (fotos); Adam Efron (maquillaje); Boria Audiovisuales en redes; Bianca Pujía Levy (asistencia de dirección) y Alejandra Menalled (producción ejecutiva).

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias