Espectáculos | 6 ago 2024
Desguace ex profeso
Fernando Martín Peña renunció a la ENERC y advirtió por la “planificada destrucción del cine argentino”
El destacado investigador del séptimo arte dejó su cargo tras un cuarto de siglo como docente en la Escuela dependiente del INCAA. Lamentó “las estupideces que cacarea esta gestión, la obsecuencia permisiva de UPCN y la lógica que premia la ignorancia y castiga el conocimiento”.
El abnegado crítico e investigador de cine, Fernando Martín Peña, renunció a su trabajo como docente en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC), al calor del vaciamiento del INCAA motorizado por el Gobierno de Javier Milei.
La decisión del creador de la Filmoteca Buenos Aires, dedicada a la preservación y difusión del cine, la oficializó él mismo, cuestionando además la quita de los subsidios a lo que la gestión libertaria caracterizó como “películas sin espectadores”.
“Después de un cuarto de siglo, hoy tomé la decisión de dejar de dar clases en la ENERC, que era mi última actividad vinculada al INCAA. Venía postergando esta decisión desde la horrible gestión anterior, que allanó el camino para el desastre que está perpetrando la actual”, contextualizó.
A través de un posteo en redes sociales, recapituló: “Pasé muchos años gratos allí, no sólo en el aula sino colaborando con mis copias con INCAATV, realizando tareas diversas para el festival de Mar del Plata (incluyendo su dirección), restaurando más de medio centenar de películas argentinas, organizando ciclos de cine que abrieron la ENERC a la comunidad. Buena parte de esas actividades las hice cobrando poco o directamente sin sueldo, porque creo que algo hay que devolverle al Estado que nos formó”.
Después de un cuarto de siglo, hoy tomé la decisión de dejar de dar clases en la ENERC, que era mi última actividad...
Publicado por Fernando Martín Peña en Lunes, 5 de agosto de 2024
“Desde hace algunos años, sin embargo, el INCAA comenzó a retroceder en sus políticas de preservación y difusión, lo que hace innecesaria y frustrante mi presencia allí. Soy un vestigio de un pasado seguramente imperfecto pero más feliz, que ahora sobra. Entre las estupideces que cacarea esta gestión para justificar su planificada destrucción del cine argentino, la obsecuencia permisiva de UPCN y la lógica que premia la ignorancia y castiga el conocimiento, no veo nada promisorio y ningún sitio para lo que yo puedo o sé hacer”, lamentó el referente de la cinefilia.
En igual tenor, reflexionó: “Hoy además, dudo de mi propia capacidad para enseñar. Creo que la brecha generacional se ha vuelto insalvable y un par de situaciones vividas últimamente apuraron mi decisión porque, a diferencia de los otros factores, este sí tiene que ver conmigo y con una creciente dificultad para hacerme entender. De esto no puedo culpar a nadie. Seguiré enseñando en otros espacios, donde mis limitaciones no son aún tan evidentes”.
“Un gran abrazo a quienes compartieron estos años conmigo, a las y los alumnos que disfrutaron y me hicieron disfrutar el tiempo allí, a mi querido cómplice Luis Ormaechea y a los y las colegas docentes y no docentes que hicieron felizmente suya la escuela todos estos años”, completó.