martes 01 de abril de 2025 - Edición Nº4028

Política | 6 ago 2024

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En la antesala de San Cayetano, Grabois impugnó “el dogma injusticialista” de Milei

El líder del MTE manifestó que el Presidente “inauguró un gorilismo no-identitario sino dogmático”, con “la reivindicación explícita de la injusticia social”. Enfático llamamiento a social no sucumbir “al bestialismo legalizado”.


El líder del Movimiento Patria Grande, Juan Grabois, advirtió por el nuevo “gorilismo” acuñado por el Gobierno de La Libertad Avanza, al tiempo que convocó a manifestarse este miércoles en el marco de la festividad de San Cayetano.

“Gorilas en Argentina ha habido siempre, antes incluso de la revolución nacional justicialista y los gobiernos del general Juan Domingo Perón”, contextualizó, para luego dar cuenta que “todas estas variantes del espíritu gorila y muchas que surgieron posteriormente fueron conformando un entramado identitario que podríamos definir fundamentalmente como antiperonismo”. 

“El antiperonismo es tal vez la identidad política más intensa en la Argentina. Semejante intensidad ayudó a conservar la otra identidad política que perdura en el país: el peronismo. La identidad antiperonista está fundamentalmente enfrascada en el desprecio a la figura de Perón y el odio a los peronistas. En muchas ocasiones, aunque no siempre, esto incluye el desprecio abierto por el conjunto de las masas populares, la tirria contra los negros, cabecitas, villeros, etcétera”, enumeró el dirigente social a través de una columna de opinión publicada en Diario Ar.

Acto seguido, puntualizó que “Mauricio Macri y Patricia Bullrich son clásicos ejemplos del gorilismo posmoderno que incluye algo propio de la lógica líquida de la posmodernidad: una leve reivindicación de su némesis para ampliar su mercado más allá del núcleo duro gorila que, aunque intenso, nunca superó un 30 % conformado por fundamentalmente por la oligarquía, la ‘buena sociedad’ real o autopercibida y el famoso medio pelo descripto magistralmente por Arturo Jauretche”.

Milei inauguró un gorilismo no-identitario sino dogmático. El aporte novedoso de Javier Milei al gorilismo argentino es el dogma de la injusticia social, la reivindicación explícita de la injusticia social. Si la justicia social es un robo, la injusticia social es una virtud”, contrastó Grabois.

Asimismo, mencionó que la “prédica injusticialista” del mandatario “permite crear una mística suicida a escala de masas porque empalma perfectamente con nuestro tiempo de desesperanza, pasta base y fentanilo. En efecto, el anarcocapitalismo de Milei inaugura el Movimiento Nacional Injusticialista con sus verdades absolutas, sus predicadores y sus realizadores”.

“Se trata de una posición política enterrada en el subconsciente reaccionario que empieza a sacudirse el polvo. Es lo que podríamos llamar el darwinismo social: buscar equilibrar las desigualdades entre los fuertes y los débiles es atentar contra el libre desarrollo de la naturaleza humana y termina resultando perjudicial para el conjunto. Sólo la competencia ordena, aún a costa de la vida de los perdedores. No hay lugar para ellos, no merecen existir, no tienen otro derecho que la libertad de morirse de hambre”, alertó.

En igual tesitura, el referente del MTE indicó que “apelar a los curros, la corrupción, el populismo, la macroeconomía o la pindonga para negar los derechos sociales es salir por la tangente, un sofisma usual practicado con mayor o menor habilidad por todos los gorilas. Que Milei recurra a él abandonando el dogma injusticialista quiere decir que le entran balas. No le queda otra que reconocer la nobleza de nuestra causa”. 

“Este 7 de agosto, la totalidad de las estructuras orgánicas nacionales del movimiento de los trabajadores argentinos -UTEP, CGT, CTA-A y CTA-T-, acompañados por los organismos de derechos humanos, realizarán la movilización que hace ya ocho años la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP) instauró como rito popular de protesta y reafirmación de los derechos a la paz, el pan, la tierra, el techo y el trabajo. Inspirada en el grito de aquella CGT que desde el Santuario de San Cayetano se le paró de manos a la última dictadura militar, la movilización incorpora las 3T que el Papa Francisco plantó como nuevas banderas en sus diálogos con los movimientos sociales”, arengó.

Liado a ello, precisó que “el reclamo es simple, popular, humanista y realizable: ningún pibe sin pan, ninguna familia sin techo, ningún campesino sin tierra, ningún trabajador sin derechos, ningún argentino sin paz”.

“Este año, la movilización tiene una particular trascendencia porque esta vez no se enfrenta únicamente a un gobierno que incumple sus obligaciones y retacea derechos sino a un gobierno que hace esto como ejercicio de su dogma injusticialista y defiende su dogma apelando a la represión estatal”, evaluó.

Y remató: “Son momentos como este en los que, para bien o para mal, se forja el futuro porque el dogma injusticialista, que se va desprendiendo de la poca vergüenza que le queda, nos pone ante la disyuntiva de reavivar la llama de la justicia social o sucumbir al bestialismo legalizado”.
 

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