jueves 05 de diciembre de 2024 - Edición Nº3911

Economía | 16 ago 2024

La Argentina de Milei

El consumo de carne es el más bajo en 26 años

En los primeros siete meses del año, la retracción fue del 15,1 % respecto a igual lapso de 2023. La ingesta cae a 45,6 kilos promedio por habitante al año.


TAGS: POBREZA, CARNE, ASADO

La Cámara de la Industria y Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (CICCRA) volvió a exhibir datos que dan cuenta de la sistemática caída en el consumo interno, al calor de la destrucción del poder adquisitivo del salario.

En los primeros siete meses de 2024 se produjeron 1.779 toneladas de res con hueso de carne vacuna (-8,8 % anual), lo que implicó una reducción de la cantidad ofrecida equivalente a unos 170 mil toneladas.

Asimismo, la entidad estimó que las exportaciones de carne vacuna habrían ascendido a 530,6 mil toneladas en lo que transcurrió del año, suponiendo un promedio mensual exportado de 76 mil toneladas. En comparación con enero-julio de 2023 esta cantidad habría sido 7 % mayor, lo que implica que se habrían exportado casi 35 mil toneladas más. 

Por lo tanto, el consumo aparente de carne vacuna habría caído a 1,248 millones de toneladas de res con hueso, quedando 14,1 % por debajo de enero-julio del año pasado (-205,6 mil toneladas) y constituyéndose en el más bajo de los últimos 26 años.

En enero-julio de 2024 el consumo aparente de carne vacuna por habitante habría sido equivalente a 45,6 kilos/año, ubicándose 15,1 % por debajo del promedio alcanzado en enero-julio de 2023 (-8,1 kilos/habitante/año). Por su parte, el promedio móvil de los últimos doce meses se ubicó en 47,7 kilos en julio, es decir 11,7 % por debajo del promedio de doce meses atrás (-6,3 kilos/habitante/año).

Dinámica de precios

En julio el nivel general del Índice de Precios al Consumidor del Gran Buenos Aires (IPC-GBA INDEC) se incrementó 4 % con relación a junio. Fue la suba más baja en treinta meses. La inflación núcleo se ubicó en 3,9 % mensual, los precios regulados aumentaron 3,5 % y los estacionales 5,8 %. En tanto, el nivel general del IPC desaceleró el ritmo de crecimiento interanual por tercer mes consecutivo, llegando a 266,1 por ciento.

El capítulo alimentos y bebidas no alcohólicas subió a una velocidad mayor que en junio, pero esta se ubicó por debajo del ritmo de aumento del nivel general de precios. En términos mensuales el incremento promedio de los precios de este capítulo fue de 3,6 % (había sido de 2,2 % en junio), donde el valor promedio de los alimentos subió 3,8 % respecto a junio y el de las bebidas no alcohólicas tuvo un alza de de 2,7 % mensual. Y al contrastar con julio de 2023, el precio promedio de los alimentos y bebidas no alcohólicas volvió a desacelerarse por cuarto mes consecutivo, ubicándose en 282,6 % (280,6 % para alimentos y 299,9 % para bebidas no alcohólicas.

Nuevamente, el rubro ‘carnes y derivados’ traccionó hacia abajo al capítulo y al nivel general del IPC-GBA, ya que registró la menor variación mensual de todos los rubros alimenticios, que fue de 1,7 % mensual. Fue el valor promedio de los cortes vacunos relevados por el INDEC el que hizo el aporte, ya que registró un alza de 1,4 % mensual. En cambio, el precio del pollo entero subió 2,2 % con relación a junio, luego de haber registrado una suba de apenas 0,2 % entre mayo y junio.

La desagregación de los cortes vacunos arrojó las siguientes variaciones en el último mes: asado (2 %), cuadril (1,8 %), nalga (1,3 %), paleta (1 %) y carne picada común (0,9 %). En tanto, el valor de la caja de hamburguesas se incrementó 2 por ciento.

Entre julio de 2023 y julio de 2024 el precio promedio de los cortes vacunos registró un crecimiento de 282,2 por ciento. La carne picada común continuó siendo el ‘corte’ que lideró las subas, con la cuadruplicación de su precio en un año. A continuación se ubicaron la paleta (298,1 %), el cuadril (281,7 %), la nalga (274,4 %) y el asado (256,2 %). Por su parte, la caja de hamburguesas tuvo un alza de precio de 214,0% anual. Y el precio del pollo entero hizo lo propio en 281,5 por ciento.

El precio promedio de los cortes vacunos subió menos que el precio promedio de la hacienda en pie (282,2 % versus 296,3% anual). Que el traslado al mostrador haya sido inferior a la suba del valor del kilo vivo, se puede explicar por la retracción del poder adquisitivo de los salarios. 

Hay que tener en cuenta que en los últimos doce meses el salario que más subió fue el de los trabajadores formales privados (234 %), lo que arrojó una baja de 8,7 % con relación al nivel general del IPC-GBA (266,1 %) y una contracción de 12,5 % respecto al precio promedio de los cortes vacunos. 

“En los casos de los empleados del sector público y de los trabajadores privados informales las retracciones de los salarios reales fueron mayores aún. Todo esto es consistente con la baja que registró el consumo interno de carne vacuna en el último año”, completó la CICCRA.

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